Este miércoles contamos la historia de Micaela Yohana García (foto), una joven de 24 años que murió de un disparo en la cabeza en una casa de barrio General Urquiza de la ciudad de Córdoba.
La joven mujer, madre de un niño de 6 años, fue baleada en julio del año pasado y perdió la vida en el acto.
Su novio, el policía Jonathan Carlos Nievas (26), quedó preso, al igual que un amigo que habría estado "jugando" con el arma del uniformado, Luciano Andrés Giménez (26).
Ambos fueron sentenciados en la Cámara Tercera del Crimen por "homicidio culposo", lo que significa que, en base a los elementos de prueba, se habría tratado de una muerte accidental, cuando Giménez manipulaba el arma policial que había obtenido de Nievas.
Según la reconstrucción, aquella noche Nievas y Giménez estaban "pasados" por el consumo de drogas, algo que había ocurrido en varias oportunidades. En eso, Giménez manipuló el arma reglamentaria de Nievas y un disparo impactó en la cabeza de Micaela.
Nievas fue sentenciado a tres años y dos meses de prisión, y se lo inhabilitó para ejercer cargos públicos por cinco años. Giménez recibió la misma pena, pero no fue inhabilitado porque no es policía, apuntó el fiscal de Cámara Marcelo Hidalgo.
Durante el juicio ocurrió algo poco usual: la madre de Yohana les deseó a los imputados que todo esto les sirva para aprender a ser "mejores personas", y ellos, entre lágrimas, le pidieron disculpas por haber consumido drogas y haber matado a su hija. Ella aceptó las disculpas.
Fue un momento cargado de dolor y resiliencia que puede verse desde el minuto 10.30' del video.
Si se desea además ver el descargo de la madre de Yohana, mirar desde el minuto 6'.
