En 2016 se reportaron en Córdoba 64 casos, un 33 por ciento más que el año anterior, cuando se registraron 48. Sin embargo, las últimas cifras se encuentran muy por debajo de las reportadas en 2013 (245 casos) y 2014 (200).
En esa época se intensificaron los controles en las faenas familiares, que bajaron su participación en los casos confirmados. Aunque creció por el circuito comercial habilitado.
“La principal fuente de contaminación son los comercios habilitados. Es común que los propietarios de esos establecimientos compren carne por fuera del circuito habilitado. Por ejemplo, salames que no tienen rótulo ni especifican dónde fueron elaborados”, indicó Laura López, responsable de Zoonosis del Ministerio de Salud provincial.
Si el cerdo se alimenta con basura, es muy probable que adquiera el parásito que a su vez es trasmitido por roedores. Y por ende contamina al hombre, con síntomas que se presentan entre los cinco y los 45 días.
Cuatro de los cinco casos reportados en la ciudad de Córdoba residen en Patricios Este. Todos estaban conectados entre sí a través de una actividad religiosa.