Córdoba utiliza información satelital para prevenir el dengue

Esto permite orientar mejor las acciones que se realizan en el terreno, como por ejemplo las campañas de promoción en ciertas zonas de la ciudad.

Siguen los controles y en Córdoba otra vez hay alto riesgo.
Siguen los controles y en Córdoba otra vez hay alto riesgo.

Investigadores de Córdoba utilizaron información satelital para evaluar las condiciones macroambientales que favorecen la proliferación de los mosquitos transmisores de enfermedades y generaron una cartografía de las áreas donde existe mayor probabilidad de desarrollo de los insectos.

El proyecto lo lleva adelante un equipo de profesionales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), con sede en Falda de Carmen, y el Instituto Mario Gulich de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Comenzó a desarrollarse a fines de 2016, junto con el Ministerio de Salud de la provincia, consignó la agencia UNCiencia.

Los mapas de riesgo satelitales se producen a partir de capas, y cada una de ellas permite identificar espacial y temporalmente factores de riesgo y establecer relaciones para realizar predicciones.

La cartografía se actualiza cada 30 días e incorpora datos relevados en el campo, junto a información de variables ambientales relacionadas con los brotes de enfermedades arbovirales (las que generan los virus transmitidos por artrópodos), haciendo foco en el mosquito aedes aegypti, responsable de los brotes de zika, dengue y chikungunya, entre otros.

Los resultados del trabajo, que se encuentra en una instancia preliminar, permitieron la construcción de cinco mapas de probabilidad (de octubre de 2016 a febrero de 2017) que sirvieron para hacer predicciones en el espacio y eventualmente en el tiempo.

De esta manera, intentaron generar información sobre dónde y cuándo habrá más posibilidades de que se desarrolle el vector transmisor de enfermedades en la ciudad de Córdoba.

Aunque gran parte de la biología de estos mosquitos y su relación con variables ambientales es conocida, estas últimas no siempre pueden ser monitoreadas "en campo" de manera sistemática y continua en todos los puntos.

Es allí donde el uso de la información provista por satélites permite orientar mejor las acciones que se realizan en el terreno, como por ejemplo las campañas de promoción en ciertas zonas de la ciudad.

Y, a medida que se va acumulando la información científica, es posible lograr mayor precisión en las zonas, así como conocer las épocas de mayor probabilidad de surgimiento del vector.

"Como los satélites no pueden ver el mosquito, entonces tenemos que generar información útil que nos permita acercarnos al problema desde el espacio, y así poder describir lo mejor posible, a partir de información de la que disponemos en forma gratuita, continua y reproducible en cualquier ciudad, lo que ya sabemos a microescala", explicó Marcelo Scavuzzo, integrante del grupo de investigación.

"Así, las imágenes de satélites y los mapas generados a partir de estas, nos aportan información estadística a nivel macro en el espacio y el tiempo", añadió.