Emulando a "La casa de papel", esta modalidad de robo debería llamarse "los mecánicos de papel": son mecánicos truchos y tienen como único objetivo "alzarse" con una importante cantidad de plata.
"La verdad es que uno se sorprende por las nuevas modalidades para asaltar a la gente", se sinceró el comisario inspector Martín Pinto, jefe del Cuerpo de Vigilancia Especial, al detallar cómo fue el procedimiento de este martes en el que cayeron dos hombres por intentar estafar a un conductor desprevenido en bulevar Mitre y Tucumán, en pleno centro de Córdoba.
Lo mejor es contar paso por paso para conocer "al dedo" esta forma de estafa que incluye un aceitado mecanismo del cual es muy difícil salir, y que termina con la víctima pagando un elevado monto de dinero por su propia voluntad, sin sospechar nada.
Esta modalidad, que ya cuenta con al menos tres denuncias formales, ocurre por lo general en lugares céntricos (alrededores del Mercado Norte o cerca del Patio Olmos) y siempre en horas de la tarde (después de las 17.30 o 18), para asegurarse de que las casas de repuestos y los talleres mecánicos ya estén cerrados.
La situación es así: un conductor va tranquilo en su vehículo (los delincuentes eligen a conductores desprevenidos o mayores de edad, como el caso de tres monjas estafadas días atrás) cuando al frenar en un semáforo, un peatón cruza caminando y de golpe le advierte que una rueda está por salirse.
Por lo general, el conductor ignora esta advertencia y sigue viaje. Pero en el siguiente semáforo otro peatón, que también pertenece a la banda de estafadores, le hace la misma seña: la rueda está a punto de salirse, debe frenar a un costado antes de que sufra un accidente.
"Ante esto, el conductor da crédito de lo que le dicen y frena el auto asustado por la falla mecánica", contó Pinto.
Segunda parte. La "mega estafa" apenas comienza: cuando el conductor está parado al lado de su vehículo, chequeando la seguridad de su rueda y lamentándose por su mala suerte, justo entre los peatones "aparece" un hombre vestido con mameluco, con sellos originales deportivos en la ropa y las manos engrasadas. Es, a todas luces, un mecánico que recién sale de trabajar. Incluso en algunas ocasiones lleva un maletín con herramientas.
"El mecánico trucho se le acerca al conductor, como si lo hubiera visto por casualidad, y le ofrece ayuda. Simula entonces revisar el auto y saca la rueda con las propias herramientas de auxilio que hay en el vehículo. Lo que la víctima no sabe es que, entre sus ropas, el mecánico lleva repuestos rotos y le hace creer al conductor que los acaba de sacar del vehículo", relató Pinto.
Ante esto, el conductor ya no tiene dudas de que su vehículo tenía una falla, y cree que "un ángel salvador" hizo que justo pasara caminando un mecánico que gentilmente se ofreció a ayudarlo.
Tercera parte. La estafa no termina ahí: mientras el mecánico trucho sigue "revisando" el vehículo, pasa caminando un cuarto integrante que se detiene y les cuenta que es dueño de un taller ubicado a pocos metros, y que lo acaba de cerrar, pero que si quieren lo abre nuevamente y les trae los repuestos necesarios para la reparación del auto.
El conductor no duda y accede de inmediato: tiene toda la suerte del mundo al haberse cruzado con un mecánico y con el dueño de un taller, sin sospechar que los dos son falsos.
"Mientras el 'dueño del taller' vuelve a buscar los repuestos, el mecánico le saca charla al conductor y así sabe qué cantidad de dinero tiene encima. Hace unos días estafaron a tres monjas y les sacaron 20 mil pesos", sostuvo Pinto.
¿Y si el conductor no tiene mucho dinero encima? "En ese caso, le piden que vaya a un cajero y saque", explicó el jefe policial.
Sucede que al rato regresa el "dueño del taller" con presuntos repuestos nuevos, y el "mecánico" simula colocar una rueda nueva, cuando en realidad pone la misma que antes. El vehículo queda exactamente igual que estaba cuando lo frenaron en el semáforo.
A pagar. Y entonces llega el momento del pago: el conductor, contento porque tiene el auto reparado, no tiene otra opción que aceptar el elevado monto de dinero que le cobran el "dueño del taller" y el "mecánico" por los repuestos y la mano de obra.
La estafa no incluye armas ni amenazas: los "trabajadores mecánicos" cobran una linda cantidad, y como "moño" a la estafa le dan al conductor una factura con garantía y sellos. La víctima no sospecha que todo eso es trucho: sube a su auto y sigue viaje.
"Teníamos denuncias de estafas similares en la unidad judicial 1. Un patrullero detectó este martes a dos sospechosos, uno de ellos vestido como mecánico, cuando engañaban a un hombre mayor de edad en el Centro", dijo Pinto.
Los dos sospechosos, de 39 años y nacionalidad peruana, quisieron coimear a los policías al momento de la detención. Quedaron detenidos por "tentativa de estafa" y "cohecho" a disposición del fiscal Rubén Caro.
Les secuestraron mamelucos mecánicos, herramientas y partes de un tren delantero. Los atraparon justo cuando le hacían el ardid al conductor de un Fiat Idea en Tucumán y Mitre.