En la segunda audiencia del juicio por el motín policial que se registró en Córdoba el 3 y 4 de diciembre de 2013, los dos primeros policías acusados desmintieron que el comisario inspector Rodolfo González les haya ordenado volver a trabajar en aquella oportunidad.
Los ex oficiales Pablo David Agüero y Ricardo Heber Arrascaeta coincidieron que recibieron la orden de trasladarse desde la concentración del hiper Libertad de avenida Sabattini a la base del CAP (Comando de Acción Preventiva) de barrio Cerveceros.
Además sostuvieron ante el jurado popular que el comisario inspector Rodolfo González dijo a los uniformados: "Vamos todos a la base del CAP".
El abogado defensor de la mayoría de los 56 policías acusados por el levantamiento, Miguel Ángel Ortiz Pellegrini reiteró que el acuartelamiento fue de más de cinco mil efectivos.
En la presentación del caso, el letrado realizó un alegato en el que criticó al instructor Raúl Garzón por "acordar" con el entonces jefe de Policía Julio César Suárez quiénes iban a ser los acusados. Indicó que el fiscal y "un matón" (en referencia al ex jefe que hoy está siendo juzgado por coacción) "fueron eligiendo a quién mandaban a la parrilla".
El juicio por el acuartelamiento policial registrado en la ciudad de Córdoba en diciembre de 2013 arrancó ayer con la lectura de las acusaciones contra 56 efectivos, imputados por desobediencia y por incumplimiento de sus deberes públicos.
El descontento por sus condiciones laborales desató la huelga de 2013 y llevó a los uniformados a negarse a responder las órdenes de salir a cumplir sus tareas.
La falta de uniformados en las calles derivó en una ola de saqueos y hechos de violencia entre vecinos o comerciantes contra supuestos ladrones y una persona murió baleada.
En este caso no se juzgarán los saqueos, ni los robos, ni la violencia. Sólo se enjuiciará al núcleo de policías que inició la decisión de dejar de trabajar.