Desde distintos ámbitos se insiste con que no se utilice pirotecnia en los festejos por las fiestas de fin de año. Muchas veces, su uso provoca lesiones irreversibles y la vida de cualquier persona puede cambiar de un momento a otro.
La Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil aconseja extremar las precauciones y no subestimar los riesgos. Las quemaduras y demás lesiones, pueden prevenirse alejando a los niños de todo lo que sea la manipulación de pirotecnia, ya sea una simple cañita o fuegos artificiales.
Según la Academia Americana de Oftalmología, los niños son víctimas frecuentes: 30 por ciento de quienes sufren lesiones por fuegos artificiales durante las festividades se encuentran entre los 15 años de edad o menos. Debido a la alta temperatura que alcanzan los elementos de pirotecnia, los fuegos artificiales no deben considerarse como juguetes, sino como dispositivos que pueden causar quemaduras de tercer grado.
Los heridos no necesariamente manejan los explosivos. La población debe estar alerta y tomar precauciones para evitar un riesgo de lesiones graves en los ojos.