Matías Candoli.
Se bajó del auto y, los que no lo conocían, se sorprendieron por su altura. El casi 1,80 metros de Bruno Amione, de 15 años, llegaba al predio de Villa Esquiú a entrenarse con sus compañeros de la Octava división de Belgrano.
Era la jornada después de la consagración de la Selección Sub 15 argentina en el Sudamericano de San Juan donde, el defensor metió el gol definitivo del 3-2 en la final, el domingo pasado, ante Brasil luego de ir 2-0 abajo.
Las miles de felicitaciones recibidas eran respondidas con un "gracias". De lejos Liliana, su mamá y Enzo, su hermano menor, miraban con orgullo.
En medio de ese clima no habitual, el pibe nacido en Calchaquí, Santa Fe, atendió a Día a Día. "Es muy lindo, es un orgullo para mí y para el grupo por saber que hicimos historia. Estoy muy contento por eso", afirmó Bruno.
La alegría del chico que, además de jugar en Belgrano y en la Selección Sub 15, estudia en cuarto año de la escuela Monseñor de Andrea era indescriptible.
Y contó lo que vivió en ese clásico contra Brasil en la final: "ir perdiendo 2-0 en el entretiempo nos bajoneó mucho. Pero Diego Placente, nuestro técnico, siempre nos dijo que hasta que pite el árbitro el final, no está todo perdido, que tenemos que dejar la vida. Por suerte pudimos empatarlo y pude meter el tercer gol".
Su alocado festejo se tiñó de emoción. Debajo de su camiseta número 3 de Argentina tenía una remera con la foto de su abuela Norma, fallecida en febrero. "Falleció mi nona cuando yo estaba entrenando y no pude asistir al funeral porque no tenía autorización de pasajes. Se lo dedico siempre a ella. Tengo la foto de ella abajo de la camiseta y todas las noches siempre le pido que me vaya bien. Y gracias a Dios siempre me ayuda", se emocionó.
El "Gracias" del Payasito. Diego Placente fue el técnico de la Selección Sub 15 y Pablo Aimar, el DT de la Sub 17 fue su ayudante en el Sudamericano.
Ambos jugaron en River, el club del que es hincha Bruno. Cuando terminó el partido tuvo un cruce con Aimar que lo cuenta el mismo defensor celeste: "Me dijo: 'gracias, Bruno' y me puso muy feliz". Y agregó: "Placente y Aimar son muy humildes. Placente es un gran técnico, la confianza que te da y me pone feliz haber ganado el título por ellos también".
Los pies sobre la tierra. La notoriedad que tomó Bruno por el Sudamericano ganado ha hecho despertar intereses por él. Es en estos momentos de temporal fama cuando la familia y el club tienen que contenerlo para que no se maree.
Liliana, su mamá fue categórica: "a todos los que llamaron les contesté que a mi hijo no lo voy a utilizar para beneficio propio, para eso tiene los padres que se esfuerzan y se esmeran para que no le falte nada. No dependo de otros, que madure y que esto tampoco lo enloquezca".
Y Federico Bessone, como coordinador, afirmó: "El tema de los empresarios es un problema muy difícil de afrontar. Lo tenemos los que estamos como formadores. La contención y la presencia del club siempre están. A los jugadores los tenemos dos o tres horas por día y después ellos tienen una vida. Hay que estarles cerca, ayudarlos, acompañarlos".