Le dan la adopción de tres hermanitos al matrimonio de acogimiento

La jueza de Río Tercero consideró que los niños, de 6, 8 y 10 años, ya están integrados e identificados como hijos de esa pareja, que los cuidó durante cinco años. 

Otorgan adopción plena a un matrimonio que cuidó a tres hermanos cinco años (foto ilustrativa).
Otorgan adopción plena a un matrimonio que cuidó a tres hermanos cinco años (foto ilustrativa).

Una jueza de Río Tercero otorgó la adopción de tres hermanos a una pareja que los cuida desde hace cinco años, por considerar que están contenidos e identificados como familia con ese matrimonio.

Para la jueza de Control, Niñez, Juventud y Penal Juvenil de Río Tercero, Sonia Pippi, someterlos a un nuevo proceso de adopción hubiera dilatado la resolución jurídica definitiva para los hermanos que hoy tienen 6, 8 y 10 años.

Así, teniendo en cuenta el interés superior de los niños, declaró inaplicable el artículo 616 del Código Civil y Comercial, que contempla el inicio del proceso de adopción, y otorgó la adopción plena de los chicos a la familia de acogimiento, pese a que éstos no figuran en los primeros lugares del Registro Único de Adoptantes (RUA), según publica el portal del Poder Judicial.

De acuerdo con los argumentos de la jueza Pippi, someterlos a un proceso de adopción implicaría no sólo dilatar la respuesta jurídica, sino también una revictimización e intromisión excesiva del Estado de familia.

La magistrada hizo lugar al pedido formulado por la familia de acogimiento, y tras considerar cumplido el periodo de guarda, ordenó la inscripción de los niños con los nombres que ahora usan y con los que se sienten identificados, a los que deberán añadirse el apellido indicado por los adoptantes.

Argumentos. "Se encuentran totalmente integrados familiar y socialmente, debido a la gran tarea llevada a cabo por el matrimonio y sus familias, que, con gran trabajo, dedicación, respeto y amor, desde el primer momento en que les entregaron provisoriamente los niños, les han brindado la contención material y afectiva necesarias para garantizar todos sus derechos y para reparar los que se les habían vulnerados; esto lleva a que cada uno de ellos se encuentren emplazados como 'hijo' dentro de esta familia", destacó la jueza.

Asimismo, valoró que “no otorgarle el título de hijo” que ya detentaban de hecho, mediante la concesión de la adopción definitiva, habría vulnerado "de manera tangente el derecho de identidad y el interés superior de los niños”.

“Esa persona, que ha sido criada, educada, resguardada, cuidada en sus enfermedades por un matrimonio al que ha entendido como sus padres, ha construido junto a ellos su identidad como hijo, identidad que no le puede ser arrebatada por normas que le impidan ejercer su derecho a ser ‘hijo’”, justificó Pippi.

Escuchó a los niños. Por otra parte, la jueza escuchó y tuvo en cuenta la opinión de los niños en este proceso, siendo que ellos manifestaron su voluntad de querer seguir viviendo con el matrimonio, al que incluso llaman "padres". También la progenitora de los niños dio su consentimiento para que se otorgue la adopción al matrimonio.