Por Jorge Luna Arrieta
Raly es un mundo en sí mismo. Pero no es un mundo cerrado. Es un mundo abierto a todos aquellos dispuestos recibirlo. Es un mundo con sus propios tiempos y con una claridad conceptual muy sincera. Este sábado, Raly Barrionuevo presentará su nuevo disco, La niña de los andamios, en Cosquín. Será como parte de la Peña Trashumante, que llega por primera vez a la Plaza Próspero Molina.
En la previa, el artista santiagueño, radicado en Unquillo, pasó por Día a Día para protagonizar un Facebook Live en el que habló de todo y compartió sus canciones. Entre sus palabras, acordes y el mate, comenzó contando: "El disco es muy autoreferencial, muy autobiográfico. Lo siento sanador, en muchos aspectos. Estas canciones celebran la vida, a pesar que mi madre se murió ya hace unos años. La niña de los andamios es una celebración a su vida".
Ese tema está destinado a su madre. Y contó la raíz de cómo surgió: “Una vez pasé por una obra en una rotonda, que estaba rodeada de andamios con trabajadores. Al tiempo pasé y ya no estaban los andamios. Y te juro que los extreñé porque me parecían parte de la obra. Entonces me imaginé a mí y a mi hermano, rodeados de andamios, y a mi madre andando sobre ellos, con todo lo que implica de riesgo, de equilibrio, de sacrificio, de trabajo y construyéndonos a nosotros”.
Este cantautor es muy reconocido por su trabajo. Varias de sus canciones ya son propiedad del cancionero popular, porque el pueblo las toma como propias. Es que se sienten identificados por poesía y melodía. Sin embargo, Barrionuevo explicó: “No escribo canciones pensando en si van a pegar o no. No me parece sano, artísticamente, pensar así. Todo lo que haga tiene que respetar el momento en el que estoy. Estas canciones respetan lo que me pasó en estos últimos años”.
Previo a La niña de los andamios estuvieron Chango (con canciones del Chango Rodríguez) y El sueño de los viajeros (grabado en vivo). Pero pasaron cinco años desde Rodar, que había sido su anterior disco de estudio. ¿Qué cambió en todo ese tiempo? "Estoy más meticuloso con las letras. Mi humilde biblioteca se ha ido agrandando. Aparte, las vivencias. Una de las cosas que fueron trascendentales es que empecé a viajar a Europa, por Amparo Sánchez. Estuve en España, Alemania. No era un objetivo mío, pero tuvo razón. Me sumó muchas cosas porque tomás distancia. Cantás ante personas que por ahí no entienden las letras, pero lo mismo se emocionan. Como dice Dolina, 'alejarme de la esquina de mi barrio me hizo verla distinta'", contó.
Historias
Su flamante trabajo comienza con una canción dedicada a su madre y termina con un tema para su padre, quien los abandonó cuando Raly apenas tenía seis años. Así resumió la historia: “Cuando mis padres se separaron, yo era chiquito. Mi padre se fue y no volvió más. Falleció el año pasado. Más allá que fue una ausencia en mi vida, cuando lo volví a ver, ya de grande, nos conectamos a través de la música. Él era gran cantor, guitarrista; un buen hombre que tuvo problemas de alcoholismo. Cuando nos vimos, agarramos la guitarra, porque no nos conocíamos. Y cantábamos a dúo. Fue lindo, al menos, compartir eso”.
La nobleza del músico aflora en cada una de sus palabras. Y, más allá del abandono, hubo perdón. Un perdón que va más allá de terceros: “En las canciones hay mucho de perdón. Perdonarme a mí mismo algunas cosas y perdonar que cada uno hizo lo que pudo. Dejar que todo suceda y no quedarme con corrosidades que me vayan apagando el espíritu”.
Una bella guitarra acompaña a Raly. Es de un lutier, Aldo Merlino, que vivió en San Francisco y que, por ejemplo, entre sus tesoros, tenía la guitarra de Jorge Cafrune. Obviamente, la guitarra es la gran compañera de Barrionuevo, quien recordó: “Un día me desperté, a los seis años, y los reyes me habían dado bola. Ahí estaba mi primer guitarra. Y a partir de ahí no me separé nunca más de las guitarras. En el secundario me dediqué mucho a hacer deportes, pero la guitarra estaba siempre ahí”.
Además, resaltó: “Tengo una linda conexión con el piano y mi instrumento original es el bombo legüero. Pero si tuviera que ir a una isla desierta, no sé si elegiría el bombo o la guitarra. Sé que elegiría la guitarra, pero extrañaría mucho al bombo”. Igual, no dudó en pedir: “Ehhh, déjenme llevar los dos”...
La peña
Se viene una nueva edición de la Peña Trashumante. Las puertas de la Plaza se abrirán a partir de las 17, mientras que el show comenzará a las 18, bien puntual. Habrá diversos artistas, que harán de las suyas con música y danza. También, la posibilidad de disfrutar de los manjares criollos.
Sobre las razones que llevaron a la Peña a Cosquín, Raly indicó: “Hay un factor determinante y es que podíamos hacerla un sábado. Nuestra casa acá (en Córdoba) es Atenas, pero se complica con los bailes. Y como la gente de Cosquín quiere darle vida a la Plaza durante todo el año, y que no sea un gigante dormido hasta la próxima edición del Festival, están haciendo cosas muy lindas y nos ofrecieron el lugar. Además, hay mucha gente que hace rato que nos pedía que la hiciéramos un sábado para que pudieran ir”.
A su vez, el músico recomienda ir en colectivo o en tren “así puede tomar una cervecita sin problema”.
Para ir
Las entradas tienen un costo de 220 pesos. Se pueden adquirir en Alpogo.com. También en Espartaco (Dean Funes 80, local 10, Córdoba), Centro Cultural Graciela Carena (Alvear 157, Córdoba),Yerba Buena Tienda Natural (San Martín 4319, Rio Ceballos), Gonde Tours (9 de Julio 46, Carlos Paz), Oficina de Turismo en Plaza Próspero Molina (San Martín 585, Cosquín) y Juana Rosa (San Martín 2794, Unquillo).