Por Marcelo Chaijale
Fabricio Oberto fue una de las figuras de un McDonald's lleno de estrellas. El jugador de Atenas la rompió en los tres partido e integró el quinteto ideal del torneo, que tuvo como destacado a Michael Jordan, el MVP.
Unos meses de ese octubre inolvidable, Oberto fue la figura de la Selección nacional U23 que terminó en el cuarto lugar en el Mundial dela categoría, en Australia. Ahí empezó a llamar la atención de la NBA.
Pero tras el segundo partido en París, el 17 de octubre de 1997, Oberto tuvo una charla secreta en el Palais Omni Sports de Bercy, en Francia, con el "arquitecto" de Chicago Bulls, que dominaba la NBA en esos años. Jerry Krause era el exitoso general manager que armó el equipo y rodeó a Jordan de un gran plantel para conquistar seis títulos en la NBA.
"Terminamos el partido con el Olympiacos, habíamos jugado temprano ese día, y me viene a buscar un tipo, que me lleva abajo de las tribunas del estadio, un lugar medio oscuro", arranca Fabri su relato.
"Ahí hablé con Jerry Krause. El tipo tenía un anillo enorme, no sabes lo que era ese anillo, más grande de un dedo; y fumando un puro. Yo tenía un susto bárbaro, todo en inglés...", agregó Oberto.
"Me dijo que me iban a hacer una prueba para Chicago", confesó Fabri de una historia casi desconocida. "Después por lo agentes terminé no yendo a los Bulls", completó.
Tras completar esa temporada con Atenas, la 1997/98, con el título en la Liga Nacional, siendo MVP de la final que "barrió" a Boca en el Luna Park, Oberto firmó contrato con Olympiacos de Grecia, el vencedor de los Verdes en la semifinal del McDonald's Championship.
"Impresionante el torneo que jugó Fabri en Francia...", acotó Marcelo Milanesio.
Tras un año en el básquet de Grecia, Oberto saltó a España, actuó en el Baskonia y el Valencia y en 2005 llegó a la NBA. Jugó en San Antonio Spurs junto a Manu Ginóbili y fue campeón en 2007. También actuó en Washington Wizards y Portland Trail Blazers.
