Por Pablo Petovel
Con los precios en aumento y los salarios corriendo por detrás, la estrategia de las familias para llagar a fin de mes avanza en las más variadas direcciones: ir más veces a los puntos de venta y comprar menos cantidad de productos, adquirir segundas o terceras marcas, cambiar hábitos de consumo y, uno de los datos más interesantes, ir a los mayoristas, en reemplazo de los supermercados tradicionales.
En esa tendencia, los cordobeses son los más "fans" de los mayoristas. Según uno de los últimos relevamientos de Kantar Worldpanel, el 70 por ciento de los hogares compraron en algún mayorista en los últimos 12 meses. Esto convierte a Córdoba en la ciudad con la mayor penetración de este formato respecto de otros conglomerados del país. Supera por poco a Mendoza y a Rosario, y notablemente al promedio nacional, que es del 46,7 por ciento, según Kantar.
Los cordobeses van casi una vez por mes a los mayoristas (11 veces al año), una vez más que el promedio de todo el país. ¿Quiénes compran? Mayoritariamente familias de sectores medios y altos.
Como el principal atractivo para que la gente vaya a los mayoristas es el precio, en Día a Día visitamos los dos tipos de canales de venta y compramos 47 productos de los rubros almacén, bebidas, lácteos, limpieza y perfumería. De acuerdo con el análisis, la diferencia de precios a favor del mayorista fue del 11,26 por ciento. En el minorista gastamos, en total, 2.746 pesos y, en el mayorista, 2.437.
Puntualmente, los precios más convenientes en el mayorista los conseguimos en vinos, dentífrico, aceite de maíz, sal, café, galletas dulces, masas de tarta y leche en polvo. Del otro lado de la balanza, en el súper había mejores precios en aceite de girasol, leche fluida, mermelada, arvejas y antitranspirantes.
Para arriba. El "boom" de los mayoristas se puede ver claramente en otro dato que aporta Kantar en su estudio Consumer Insights del primer semestre de 2017. Según la consultora, mientras el consumo en los híper tradicionales cayó un 14 por ciento, en los mayoristas, no sólo no bajó, sino que aumentó un 30 por ciento. De hecho, lo hizo en los rubros en los que más inflación hubo: alimentos y bebidas.
Parte de esto se explica en que, además de los niveles medios y altos y de familias numerosas, en el último año hubo un crecimiento de compras en mayoristas de gente del estratos más bajos (llamado "Bajo superior", dice Kantar), donde se encuentra el 33 por ciento de los hogares. Es decir, ahora los pobres también van a los mayoristas.
Las últimas subas de precios también ayudaron a que los mayoristas vendan más. Un informe de Ecolatina dice que entre enero y agosto, los precios de la canasta básica crecieron 14,5 por ciento en ese canal y casi 4 puntos más (18 por ciento) en los grandes minoristas.
Euclides Bugliotti, dueño de Mami y Tadicor (mayoristas/minoristas) le dijo a Comercio y Justicia, que las razones de los mejores precios se deben, por un lado, a "la posibilidad de vender en volumen" y, además, a una "presión impositiva que, si bien es similar, se siente diferente en cuestiones de costos laborales".
Comparamos el precio del aceite de girasol de 1,5 litro y estaba notablemente más barato en el súper que en el canal mayorista. ▼
Hay muchos productos que tienen el mismo precio, como la cerveza Quilmes o el cacao marca Nesquik de 800 gramos. ▼
El energizante marca Speed, con una fuerte diferencia a favor del canal que viene creciendo fuerte desde hace meses: el mayorista. ▼
El blanqueador marca Vanish, por ejemplo, se consigue considerablemente más barato en los mayoristas. Por amplio margen. ▼
