Después de su notable podio en la edición 88 de las 24 Horas de Le Mans, José María López destacó antes que nada el trabajo de todo el equipo Toyota Gazoo Racing, constructor que ganó por tercera vez consecutiva el evento; felicitó a sus compañeros del coche número 8 de la escuadra, que se llevó justamente la victoria; y resaltó la tarea del británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, con quienes se alternó en el pilotaje del auto número 7, tercero en recibir la bandera a cuadros.
Pero, a la vez, el piloto cordobés dejó clara cierta sensación de vacío, al no haber podido alcanzar el triunfo, algo que parecía más que probable después de que su Toyota se perfiló claramente como el más firme candidato, al haber dominado en los ensayos y en la prueba de clasificacón primero y liderado después con contundencia en la primera mitad de la famosa competencia.
“En primer lugar, quisiera felicitar al equipo y al coche 8. Es un gran logro para Toyota Gazoo Racing ganar esta gran carrera por tercera vez consecutiva", dijo Pechito. "El equipo ha trabajado muy duro, día y noche. Todos hicieron un trabajo fantástico, incluidos Mike (Conway) y Kamui (Kobayashi); y creo que yo también hice mi parte", comentó el argentino.
"Desafortunadamente, no terminó como queríamos para nuestro automóvil. Es frustrante ser tan rápido pero no ganar la carrera. De todas formas, seguiré intentándolo junto con mis compañeros", aseguró López, ex tricampeón mundial de autos de Turismo (WTCC), entre otros logros a lo largo de su carrera deportiva al presente. En 2021, continuará ligado a Toyota en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), por lo que tendrá una nueva oportunidad con el fabricante japonés en Le Mans.
Mientras lideraba siendo comandado por Kobayashi, el Toyota TS050 Hybrid número 7 debió ingresar a boxes para la reparación del turbocompresor; y ese trabajo, que duró 29 minutos, lo marginó del primer al cuarto lugar del clasificador de la LMP1, la primera división del WEC.
Pechito retomó el manejo de la unidad después de la parada y con un gran ritmo logró recuperar una posición, cruzando finalmente la meta en tercer lugar, después del otro coche de su escudería, piloteado por el francés Sebastien Buemi, el japonés Kazuki Nakajima y el neozelandés Brendon Hartley, y del Rebellion número 1, a cargo del francés Norman Nato, el estadounidense Gustavo Menezes y el brasileño Bruno Senna, sobrino de Ayrton, leyenda de la Fórmula 1.
Al momento de registrar la falla en su motor, el Toyota de López y sus compañeros contaba con más de una vuelta de ventaja sobre el auto 8 de Toyota, que era su inmediato perseguidor.
Hasta ese momento, el japonés Nakajima, piloto del 8, había advertido que esa vuelta de diferencia sería muy complicada de recuperar: "Es difícil porque en este momento, estamos una vuelta detrás de nuestro coche hermano, pero tenemos un buen ritmo, así que seguiremos presionando y veremos qué sucede", decía el nipón.
Pechito manejó buena parte de la noche francesa con un notable rendimiento y, al entregarle la butaca a Conway, se mostraba satisfecho: "Mi período estuvo bien y quedo feliz con eso. Me sentí lo suficientemente cómodo en general y el coche está funcionando bien", sostenía el cordobés. Y agregaba: "La situación parece estar bien para nosotros en este momento y tenemos una ventaja importante. No correremos ningún riesgo porque sabemos que cualquier cosa puede pasar". Luego, vendría el incidente mecánico, que privaría de la victoria al argentino y sus compañeros.
La próxima fecha, las 8 Horas de Bahrein, será la última del Mundial de Resistencia, reglado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Se correrá el 14 de noviembre.
Con el resultado de ayer en Le Mans, Toyota se aseguró un nuevo título de Equipos en la categoría. Y en la última cita, se definirá el cetro de Pilotos; por ahora, la tripulación del autó número 8 tiene una ventaja de siete puntos sobre sus compañeros del 7, con un máximo de 39 unidades en juego para el evento.