En Argentina, el colesterol elevado afecta al 30 por ciento de la población mayor de 18 años. Esta afección es la responsable de aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, incluso infartos. Sucede que cuando existe demasiado colesterol en la sangre, éste se adhiere a las paredes de las arterias y las endurece, haciéndolas más estrechas. Por lo tanto, el flujo hacia el corazón es más lento y hasta se puede bloquear.
A pesar de que este mal se puede controlar cambiando algunos hábitos, en el país solamente la mitad de los afectados está bajo algún tipo de tratamiento, ya sea farmacológico o no.
Septiembre es el Mes del Corazón y durante todo el mes se realizan actividades para concientizar a la población acerca de los principales riesgos cardíacos y promover medidas preventivas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cardiopatías, o enfermedades cardiovasculares, son las responsables del 30 por ciento de muertes en todo el mundo.
Estas cifras pueden modificarse si se realizan acciones de prevención. En ese sentido, Jorge Tartaglione, cardiólogo y titular de la Sociedad Argentina de Cardiología, recomienda realizar pequeños cambios vinculados con el estilo de vida para prevenir el colesterol elevado o reducir los niveles.
Qué cambiar
• Consumir alimentos cardiosaludables.
Disminuir el consumo de las grasas menos saludables. Elegir cortes de carne magros, lácteos descremados y grasas monoinsaturadas. Evitar las grasas trans. Aumentar el consumo de alimentos y sustancias ricos en ácidos grasos poliinsaturados como los omega 3. Incorporar más cantidad de alimentos con alto contenido de fibra soluble. Los fitoesteroles reducen el colesterol malo.
• Actividad física, todos los días.
Realizar actividad física moderada contribuye a aumentar el colesterol bueno. Con al menos 30 minutos de ejercicio físico por día, se obtienen muchos beneficios. Lo importante es la constancia. Bajarse algunas paradas antes del colectivo, subir por escaleras, ir en bicicleta a trabajar, nadar o practicar el deporte preferido son algunas opciones para lograr la meta.
• Chau tabaco.
Además de reducir el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, disminuir la presión arterial y el ritmo cardíaco, dejar de fumar ayuda a mejorar los niveles de colesterol. Lo primero es entender por qué abandonar el hábito y estar convencido de que esta decisión es la mejor.
• Bajar unos kilos.
Bajar tan sólo un cinco o 10 por ciento del peso corporal alcanza para mejorar los niveles de colesterol. Algunos cambios sencillos pueden ser salir a dar una caminata corta en lugar de comer por aburrimiento.
• Moderar el consumo de alcohol.
Algunas evidencias vinculan el consumo moderado de alcohol con mayores niveles de colesterol bueno. Sin embargo, debido a que esta asociación no es lo suficientemente sólida, no se aconseja que empiece a tomar alcohol aquel que no lo hacía.
El dato
* El colesterol, por sí mismo, no produce síntomas. Por eso, muchas personas desconocen que sus niveles están demasiado altos.
* A partir de los 20 años de edad, hay que realizarse una medición de colesterol al menos una vez cada cinco años.
* Con un simple análisis de sangre es posible conocer los niveles de colesterol total, colesterol LDL o malo, colesterol HDL o bueno y triglicéridos.
Para ver los resultados, hay que tener paciencia y sostener en el tiempo los cambios.
Tips
• Lográ una dieta baja en sal, grasas y rica en fibra, verduras frescas y frutas.
• Eliminá el consumo de tabaco y limitá el de alcohol.
• Hacé ejercicio físico cardiovascular (caminar, trotar, andar en bicicleta).
• Medite la presión arterial, el colesterol y la glucemia.