Las llamas que siguen devorando pastos y forestaciones en varios puntos de Córdoba suman más hectáreas quemadas y convierten ya a este 2020 en el año con mayor afectación por incendios desde el 2013.
No hay aún precisiones oficiales, en base a mapeos satelitales detallados, pero aún con focos activos en marcha, en lo que va de este año se han quemado más de 45.800 hectáreas, el registro que se midió para todo 2017.
Con 2013 es difícil de comparar: fue uno de los peores años que recuerde la memoria del fuego en Córdoba, con 152 mil hectáreas arrasadas por las llamas y enormes impactos ambientales y económicos, de acuerdo a relevos establecidos por La Voz.
Es probable que el área afectada hasta este martes ronde ya las 50 mil hectáreas, entre zonas serranas y del llano.
Según varias estimaciones no gubernamentales, en base a imágenes satelitales, el foco que se inició hace 11 días en Ischilín y que avanzó sobre buena parte de ese departamento más el norte de Punilla, ya sumaba este martes unas 28 mil hectáreas, mientras las llamas seguían avanzando por más.
A su vez, hace dos semanas, un complejo incendio afectó amplias áreas cercanas a Tanti, en el sur de Punilla. Depende de las fuentes, ardieron allí entre 2.300 y 3.000 hectáreas.
En la reserva militar natural La Calera hubo una sucesión asombrosa de focos en diferentes días de este ventoso agosto. Los cálculos apuntan a unas 1.800 hectáreas en total.
Poco antes, hubo incendios en las Altas Cumbres (la zona de Copina), que habrían impactado en más de dos mil hectáreas, y otros cerca de José de la Quintana (en el valle de Paravachasca) sobre unas 1.500 hectáreas más. A esa nómina de humo y cenizas debiera sumarse un siniestro que consumió otras 1.600 hectáreas hacia el oeste del mapa, en Salsacate.
Sólo con esa lista se llega a las 42 mil hectáreas en unos dos meses.
Pero al menos dos de esos incendios siguen activos este martes, devorando más suelos y sus cubiertas vegetales. Además, se agregaron una decena de focos nuevos, como cada día en esta época, que alcanzaron a ser contenidos antes de su expansión, salvo uno más expansivo que inquietó en las Sierras del Sur, cerca de Achiras.
La acumulación ya treparía por sobre las 45 mil hectáreas, sin contar cientos de otros focos menores en lo que va del año, ni los numerosos incendios que se vienen registrando en la zona llana, quemando sobre todo suelos de uso agropecuario a partir de los rastrojos secos de cultivos.