Luego de trabajar 18 años como jefe del Servicio de Neonatología y Pediatría, Medardo Ávila Vázquez fue despedido de la clínica privada Caraffa, de la Capital. Según el médico, se debe a que compró un medicamento (Deltisona) para el tratamiento de un niño de dos años con leucemia.
En una carta pública que dio a conocer, explica que uno de los responsables del centro médicole dijo que la clínica "no se maneja como un almacén y tampoco somos una clínica de caridad". El medicamento en cuestión, Deltisona, que cuesta alrededor de 450 pesos, no estaba disponible en la clínica.
Ante esta situación y dada la urgencia del cuadro presentado por el niño, Ávila Vázquez fue a comprarlo sin esperar por los protocolos de compra del centro de salud.
Tras ser despedido, el médico redactó un documento que difundió a través de las redes sociales en el que relata y denuncia los hechos que, desde su punto de vista, sucedieron en el centro de salud.
En este documento, en suma, visibiliza que el niño con leucemia provenía de Villa de María del Río Seco, una zona afectada por el uso de agrotóxicos, y vincula la enfermedad del pequeño con los agroquímicos. Además, describe la difícil situación en la que el nene y su familia se encontraban y la ayuda urgente que necesitaban.
Pediatra y neonatólogo, Medardo Ávila Vázquez es reconocido por ser uno de los protagonistas en las luchas contra las fumigaciones con agrotóxicos. A lo largo de su carrera el creador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados y coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas), ha encabezado numerosos equipos de investigación que dejaron al descubierto situaciones de extremo riesgo sanitario en algunos de los poblados que más sufren por esta práctica.