Con la cuarentena por coronavirus nuevamente extendida, ahora hasta el 28 de junio, la solidaridad también debe prolongarse.
Una tarea a largo aliento, como la que emprendieron los clubes y la entidades con fuerte arraigo en los barrios. Caso Avellaneda, en la zona sudeste de la capital cordobesa.
Desde un primer momento en la pandemia, como explicó su presidente Guillermo Kraisman, el club puso a disposición sus instalaciones, por ejemplo la cancha de básquetbol, si ante la contingencia santiria se requería instalar camas de campaña.
Además, fue sede de la campaña de vacunación antigripal para los barrios Pilar y José Hernández, con 700 dósis aplicadas para adultos mayores, embarazadas y niños para completar esquemas.
La solidaridad se hace palpable con la asistencia a un centenar de abuelos de la zona, sobre todo de sectores carenciados como El Chaparral y Villa Pihue. A todos ellos les servían el almuerzo de lunes a viernes, hasta el inicio de la cuarentena.
"Durante el aislamiento lo que hacemos es entregar módulos alimentarios, con 25 kilos de alimentos secos, más el programa Más leche más proteínas del Ministerio de Desarrollo. Y por el compromiso que asumió Alejandra Vigo para ayudarnos en esta tarea", explicó Kraisman.
Junto a los módulos se entrega un kit sanitario con alcohol en gel, barbijos, lavandina y jabón. Dirigentes del club participan en el armado y la distribución de los módulos y los kits.
"A los adultos mayores les servíamos en el almuerzo en el salón del club, donde también atendíamos a los chicos de las divisiones inferiores, con la copa de leche diaria", completó Kraisman.
Y destacó el apoyo de comercios de la zona y de allegados a Avellaneda, incluso ex dirigentes, caso Raúl Cámpoli, vice de la Liga Cordobesa y dueño de un frigorífico, y Antonio Mariano, propietario de la cadena Mariano Max e hincha de Avellaneda.
El tradicional club volvió a Primera en la Liga Cordobesa al vencer en la final a Bella Vista en noviembre de 2019. Y había encarado la construcción de la tribuna visitante en su estadio, hasta que la pandemia le puso freno a los ímpetus. Salvo, en el caso de la solidaridad.