Daniel Vercesi detalla que son entre 70 y 80 los basurales a cielo abierto que tiene contabilizados la Municipalidad de Córdoba, y sobre los que realiza limpiezas periódicas. "Hay sectores más sensibles, como la Costanera a la altura de Villa Urquiza, donde limpiamos todas las semanas", indicó el funcionario.
“A lo largo de la Costanera tenemos muchos basurales, pero también está el Bajo Pueyrredón y la salida de barrio Müller, que son espacios de muchísima basura. Hablamos con los centros vecinales, limpiamos, armamos canchitas, tratamos de que tengan otra utilidad”, aseguró. Y reconoció que en algunos casos se intenta, al menos, acotar el espacio.
“El problema es que la gente que tira, va a seguir tirando. Por eso tenemos que dar una solución, previendo a dónde van a poder tirar”, admitió.
En la continuación de la avenida Lino Spilimbergo, a la altura de la Circunvalación, la colectora es otro tramo de basural crónico, aunque ese sector es de competencia provincial. Enfrentado al barrio Nueva Poeta Lugones, la pendiente del costado del anillo que circunda a la ciudad es una montaña de basura.
Mientras un carrero carga tierra con una pala, un hombre selecciona comida de entre las muchas frutas pasadas que se cocinan al sol, desechadas en cajones de vaya a saber qué verdulería de la zona. Mirándolo desde arriba, el contraste hacia los dos lados de la avenida Spilimbergo es notable.