En plena vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio un juez de la localidad de Bell Ville determinó que una madre y su hija trans deben vivir bajo el mismo techo, pero con límites en el contacto.
La determinación la tomó el juez de Competencia Múltiple de aquella ciudad, Eduardo Bruera y la medida consiste en que ambas continuarán viviendo en el mismo hogar, pero ninguna podrá ingresar a la habitación de la otra, y sólo podrán circular por los espacios comunes.
"La resolución también prohíbe a las partes comunicarse, relacionarse, entrevistarse recíprocamente o desarrollar cualquier conducta similar entre ambas. Esta restricción sólo se deja sin efecto durante el período en que realicen las terapias familiares conjuntas ordenadas judicialmente, en ámbitos de salud mental", destacaron desde la Justicia de Córdoba.
Esto comenzó cuando días atrás, el mismo juez resolvió expulsar de su hogar por 60 días a un hombre por ejercer maltratos y humillaciones hacia su hija trans de 17 años, ya que esa conducta constituye "violencia familiar y una forma de discriminación que pueden causar daños graves a su identidad".
En este sentido es que la actual medida también repercute en la anteriormente tomada por Bruera. Es que la madre de la joven podrá permanecer en el domicilio de lunes a viernes, desde que finalice su jornada laboral hasta la mañana siguiente. Mientras que los fines de semana deberá trasladarse hasta una vivienda rural en la que actualmente reside el padre ya excluido.
Por otro lado, el magistrado ordenó a los padres de la joven trans que vean una serie de videos de concientización para que les ayuden comprender la identidad transgénero de su hija como así también la importancia del acompañamiento familiar a este proceso. Se trata de dos campañas sobre diversidad de género: una producida por la Universidad Nacional de Mar del Plata y otra desarrollada por la TV Pública sobre inclusión laboral trans.
Finalmente, el decreto fija un régimen provisional de alimentos, solventado en forma solidaria por ambos progenitores, que garantice el desarrollo integral de la joven hasta el cumplimiento de los 21 años. El dinero será entrega a través del Juzgado de Paz. Este régimen también supone el mantenimiento del hogar familiar por parte de los progenitores.
