Se la conoce como la maldición de los celtas, porque se presenta generalmente en personas de piel blanca con ascendentes de Europa septentrional y oriental. La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por el enrojecimiento de las mejillas, nariz y frente.
Afecta principalmente a mujeres (tres de cada un hombre), con prevalencia de quienes están entrando a la menopausia. Se calcula que unos 40 millones de personas en el mundo tienen rosácea, aproximadamente un 10 por ciento de la población.
"Las primeras manifestaciones pueden comenzar a los 20 años, siendo más notorias a partir de los 30, que es cuando empieza a desarrollarse con mayor intensidad", explicó la doctora Andrea Miranda, directora de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (Saeni).
Según la especialista, a muchas personas esta enfermedad puede traerle consecuencias emocionales: “Hay pacientes que presentan baja autoestima y confianza en sí mismos. Eso los lleva a recluirse, evitar los encuentros sociales e incluso pueden presentar depresión”, resaltó. Si bien aún no existe una cura, algunas recomendaciones o cuestiones a tener en cuenta sirven para prevenir, aliviar y tratar la rosácea.
PREVENCIÓN
Ciertos alimentos pueden resultar irritantes y, por lo tanto, colaboran en el desencadenamiento de los brotes. Algunos son el queso, el chocolate, condimentos picantes, la salsa de soja, la vainilla y el alcohol (en particular vino tinto y bebidas calientes).
El cigarrillo y algunos medicamentos también pueden empeorar el cuadro. Otros posibles disparadores de esta condición son el calor o frío extremo, vientos fuertes, ejercicio físico pesado y el uso de ciertos cosméticos, fragancias fuertes o productos resecantes.
En ese sentido, la especialista recomendó llevar un diario con un registro de los brotes, para detectar cuáles son los ingredientes o factores que pueden estar potenciando la rosácea.
SÍNTOMAS
» Rubor en exceso.
» Enrojecimiento.
» Arañitas o engrosamiento de la piel del rostro.
» Mejillas, nariz, frente y mentón son las zonas de la cara más frecuentemente afectadas.
TRATAMIENTO
» Evitar los desencadenantes de esta afección.
» Minimizar la exposición solar, usar protector solar mayor a 30 y tener cuidado con los cambios de temperatura bruscos.
» Utilizar siempre productos indicados para pieles sensibles, como los elaborados a base de avena, manzanilla, caléndula, té verde, y alantoína.
» Optar por las bases ligeras, hidratantes y no grasosas.
» El enrojecimiento de la piel puede neutralizarse con correctores de tonos verdes, siempre indicados para pieles sensibles.
» La tecnología disponible permite tratar el avance de la rosácea, mejorar enrojecimientos, arañitas faciales, manchas o picazón y prevenir cicatrices indeseadas.
» Estos tratamientos no requieren anestesia en la mayoría de los casos y los resultados son inmediatos.