El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, calificó este domingo como un "gesto importante" que el presidente saliente, Mauricio Macri, y el entrante, Alberto Fernández, compartan la misa en Luján, y se esperanzó en que a partir de esa celebración religiosa el mandatario electo "tenga su mensaje y compromiso para todos de construir verdaderamente una patria de hermanos".
Al oficiar la misa dominical, en esta oportunidad en la Parroquia Nuestra Señora del Valle en la capital de Córdoba, la máxima autoridad de la Iglesia de Córdoba también abogó para que el mensaje de Fernández "no sea una simple declaración, ni un simple anhelo, sino que sea un deseo fuerte de corazón y con predisposición de un compromiso serio por el bien común".
Asimismo instó a "mirar hacia adelante y purificar la memoria. No podemos vivir anclados en el pasado recordando resentimientos y rencores. Tenemos que mirar hacia adelante, con auténtica justicia, con equidad, de manera tal que los esfuerzos y los beneficios sean repartidos conforme a las posibilidades y el empeño de todos y de cada uno", reflexionó Ñáñez.
En ese sentido resaltó que a los argentinos, a veces, "nos cuesta mucho entendernos, encontrarnos y colaborar" y que es por eso que se vive envuelto en dificultades, y que la manera de superarlas es a través de "vivir en la verdad: si queremos vivir en libertad tenemos que vivir en la verdad y también reconocer nuestros límites y nuestra fragilidad", remarcó.
Finalmente, en su homilía en el marco del Día de la Inmaculada Concepción de María, el Arzobispo pidió "orar por la patria para que nos acompañe, y acompañe a las autoridades para que estén pendientes de su responsabilidad como gestores del bien común".