Hasta el momento no se han encontrado a los culpables de tan indignante situación.
Lo cierto es que en un campo situado en la localidad de Laboulaye, en Córdoba, fue abandonada a su suerte una tropilla de caballos a la cual se le hizo faltar un elemento esencial para vivir: el agua.
El saldo fue lamentable: cuatro caballos muertos y 30 en estado de abandono.
Todos fueron rescatados en un operativo conjunto entre la Patrulla Rural y personal de Investigaciones de la Departamental Roque Sáenz Peña, quienes detectaron en un campo ubicado a unos cinco kilómetros el noroeste de esa ciudad los animales en estado de hacinamiento.
Luego se comprobó que no tenían agua en los bebederos, razón por la cual se encontraban en ese estado o directamente murieron.
La intervención policial fue a partir de una denuncia de una asociación protectora de animales, señala LV 16.