Qué tener en cuenta a la hora de elegir el regalo para el Día del Niño

En un mundo repleto de pantallas, el doctor Ignacio Sfaello, jefe del Servicio de Neurología Pediátrica de la Clínica Universitaria Reina Fabiola, brinda una serie de consejos útiles.

Qué tener en cuenta a la hora de elegir el regalo para el Día del Niño
Niños con celular\u002E

El domingo se celebra el Día del Niño y ante el interrogante que surge sobre si regalar tablets, celulares o televisores es lo ideal es importante conocer qué opinan los especialistas.

El doctor Ignacio Sfaello, jefe del Servicio de Neurología Pediátrica de la Clínica Universitaria Reina Fabiola, resaltó que el uso de las pantallas (celulares, televisiores, tablets) puede tener un impacto positivo o negativo dependiendo de la edad de los niños y del uso que se realice.

"Aquellos que superan los cuatro años, pueden utilizar las pantallas como forma de aprendizaje, pero siempre con el control de los padres, ya que se deben asegurar que aquello que sus hijos consumen, sea acorde a su edad. Sin embargo, el impacto en los menores de cuatro es diferente: hasta esa edad, un niño no debería usar otra pantalla que no sea la del televisor y solo con un máximo de dos horas diarias", indica el especialista.

El profesional sostuvo que no hay que ser extremista, que las pantallas "no son el cuco", pero que sí hay que utilizarlas con cierta prudencia a determinadas edades. Por ejemplo, que los niños no dispongan de televisores en sus dormitorios, no utilicen pantallas como "adormecedores", o que los menos de cuatro años no utilicen celulares o tablets.

Las pantallas en edades tempranas son negativas en tres aspectos:

1. Habilidades sociales: a partir de edades muy tempranas, el niño comienza a desarrollar habilidades sociales. La primera es la sonrisa y surge por estímulo de los padres. Las pantallas limitan las relaciones interpersonales y "si uno no interactúa con su hijo en edades tempranas, no promueve habilidades sociales que son innatas pero hay que estimularlas", sostuvo el doctor.

2. Flexibilidad cognitiva: las pantallas no permiten estimular la imaginación. Es importante promover juegos simbólicos y creativos acorde a las edades. Además, la lectura, el dibujo y cualquier estímulo a la imaginación, son promotores de la flexibilidad cognitiva.

3. Limitación de actividades: el niño ya no tiene la posibilidad de ensuciarse o sentarse a jugar con pares o adultos. Sin embargo, es importante conocer el mundo, sus texturas, formas, colores, desde la experiencia. Además, en esta misma línea, el profesional resaltó que el apego a las pantallas entorpece las habilidades y destrezas motrices.

Con prudencia, el profesional rescató que es importante no maximizar los problemas, pero tampoco minimizarlos, ya que en general, según aclaró, “si se regula el uso de las pantallas desde los dos o tres años, comienza una mejora significativa”. Además, el proceso suele estar acompañado de algunos profesionales de la salud como fonoaudiólogos o psicomotricistas.

Cuándo es importante realizar una consulta con un especialista

Si a los dos años no desarrolló el lenguaje verbal o emite muy poco. Se recomienda consultar con un pediatra, fonoaudiólogo o neuropediatra.

No hace buen contacto visual: no lo realiza o le cuesta mantener la mirada al hablar.

Desde el jardín observan que hace un juego muy solitario, que le cuesta integrarse o adaptarse. Incluso suelen costarle los cambios cotidianos.

Es muy irritable.

No tiene buenas estrategias para interactuar.

En situaciones de mucha ansiedad tienen un movimiento repetitivo, como un aleteo o balanceo.