La corriente de simpartía por el pueblo venezolano, la calidez de sus ciudadanos y además, un apodo pintoresco: Matatán.
Con todo esto, Anthony Uribe llegó en la temporada como incorporación de Belgrano y, aunque no surgieron las oportunidades para mostrar su juego, no pasó inadvertido.
Sigue en Córdoba, a la espera de un nuevo destino, y este viernes vivirá a la distancia el duelo entre su Venezuela y la Argentina por cuartos de final de la Copa América. Con una parte de su corozán en Celeste y blanco porque su hijo nació cordobés.
"Gianluca Aldair nació el 14 de junio, mi primer hijo. El segundo nombre empieza con la letra a, como el mío. Es un Matatancito...", explicó el delantero.
En su departamento en barrio General Paz, con su familia, mirará el partido con la expectativa de que un triunfo de la Vinotinto es posible. "Antes hubiera sido una sorpresa. Ahora Venezuela está a la altura de jugar contra cualquiera y ya no hay tanta diferencia", se ilusionó.
Sabe que muchos de sus compatriotas también seguirán el partido desde Córdoba. "Hay cinco millones de inmigrantes venezolanos por todas partes. La Selección salió a relucir por los últimos resultados, pero el pueblo tiene otras preocupaciones", explicó.
"Acá estamos en Dubai comparando con Venezuela. No son xenófobos como en otros países. Me tratan muy bien, aún sin saber que soy un futbolista. Y los hinchas de Belgrano me hicieron sentir su afecto por las redes sociales", destacó Uribe.
"No vi mucho de la Copa América, pero el partido con Argentina es para mirarlo desde el principio. Porque Venezuela trata de jugar un tu a tu, y porque Argentina tiene a Messi, a Lautaro (Martínez) y al Kun (Agüero). Será un partido disputado", anticipó Matatán.
"Argentina estuvo un poco enredado en su juego, no puedo creer que sus jugadores estén a tres metros de Messi y no le den la pelota. A Messi, que el que puede resolver todo. ¡Cómo no se la vas a dar! Y hay demasiadas críticas... es triste que se critique así a una Selección con tan buenos jugadores".
El Matatán opinó también por dónde puede hacer daño Venezuela. Además de los dos delanteros, que son de elite (Salomón Rondón y Josef Martinez), hay una buena mitad de cancha y mucha velocidad por los costados, con Murillo y Soteldo. Este chico se inició en el Zamora, uno de los clubes por lo que pase, y llegó casi de casualidad a la Selección, porque no estaba convocado y lo llamaron por la lesión de otro jugador".
Y añadió: "El técnico (Rafael) Dudamel hizo un gran trabajo y por detalles no clasificamos al Mundial. Lo que me gustaría es que convoque a más jugadores que esten en el torneo nacional, porque la mayoría juegan afuera y en nuestra liga hay talento".
Un ejemplo es Samuel Sosa, delantero de Talleres. "Lo conozco por lo que hizo en Venezuela, por estar en los seleccionados juveniles, pero aquí en Córdoba no me lo he cruzado", comentó.
En cuanto a sus ex compañeros de Belgrano, y alguna apuesta en pie, resaltó: "Con los que más relación hice pudo haber sido, con Maxi (Lugo) y (Christian) Techera, aunque en este caso es un uruguayo. Y además están de pretemporada en Salsipuedes y mucho no pudimos hablar".
Sus candidatos son Colombia y Brasil, por ser local ("Esa noche nos salvó el VAR, aunque intentamos jugar de tu a tu. Si están en su día, jeugan de memoria"), recordó sobre el 0-0 con los dueños de casa. Este viernes será otro duelo para el recuadro. Y si hay gol de Venezuela, el abrazo será con su hijo cordobés.