Curiosamente, “El Ciervo” no fue el nombre originalmente pensado por su fundador. Sin embargo, según relata Leandro Lapiduz, hijo de Ignacio y actual responsable del restaurante, fue el público el que insistió en bautizarlo de esta manera. Aunque en sus inicios Leandro consideraba que el nombre sonaba anticuado, decidió conservarlo, dándole un aire renovado al rediseñar el logotipo y modernizar algunos aspectos del negocio.
Tradición y renovación
A lo largo de las décadas, “El Ciervo” ha sabido adaptarse a los cambios manteniendo su esencia. Bajo la conducción de Leandro Lapiduz, el restaurante ha continuado con el legado familiar, combinando tradición con toques de innovación que lo mantienen vigente en el competitivo mundo de la gastronomía.
Un ícono de Concordia
Además de deleitar a generaciones de concordienses y turistas, “El Ciervo” ha servido como inspiración para otros emprendimientos locales, convirtiéndose en un símbolo de la rica cultura gastronómica de Concordia. Con un menú que combina sabores tradicionales y contemporáneos, el restaurante sigue siendo un lugar de encuentro y un testimonio vivo del espíritu emprendedor de su fundador.
En cada plato servido, “El Ciervo” preserva una historia que ha trascendido generaciones, consolidándose como un orgullo para la ciudad y una parada obligada para quienes buscan disfrutar de la auténtica cocina regional.