La decisión del gobierno nacional de eliminar los subsidios al transporte público de pasajeros ha provocado un aumento en el precio de los boletos en todo el país y ha puesto en riesgo la continuidad del servicio en varias ciudades.
En Punilla Centro, ya se aplicó el nuevo aumento que se suma al que se había realizado en diciembre. En Carlos Paz, todavía no se ha definido el incremento, pero el intendente Esteban Avilés declaró la emergencia en el transporte y aseguró que intentará mantener el servicio, con todo lo que eso implica.
Por su parte, en Río Tercero, el intendente Marcos Ferrer, afirmó que la única forma de sostener el servicio es subiendo el boleto, pero advirtió que eso podría desalentar el uso del transporte público. “Si el precio del boleto se ajusta a la prestación del servicio, la tarifa aumentará significativamente, la gente dejará de usarlo y se caerá”, pronosticó el intendente y agregó: “Tiene que haber un subsidio que sostenga el sistema”.
Otra ciudad que ve con preocupación el futuro del transporte público es San Francisco. El intendente Damián Bernarte, expresó que, ante el nuevo escenario, podría verse obligado a suspender el servicio si no recibe ayuda económica. “Frente a este nuevo panorama, si las condiciones se mantienen como hasta el momento, nos veremos obligados a levantar el servicio, ya que no contamos con partida presupuestaria para compensar esta quita que se ha dado de manera intempestiva”, manifestó el intendente.
En Carlos Paz, Marcos Alladio, de la empresa Car Cor, que presta el servicio de transporte urbano, dio declaraciones y aseguró que sin subsidios el boleto debería costar $1400. En ese sentido, remarcó que cada colectivo vale 150 mil dólares y que los insumos, como el combustible y los repuestos, han sufrido aumentos descomunales.