Tanto los turistas, que continúan arribando a la ciudad, como aquellos que vinieron a pasar el día, pudieron disfrutar de una agradable jornada.
Pasear por la costanera, tomar unos mates al sol o disfrutar de la propuesta gastronómica fueron los planes preferidos. Con la apertura del turismo, respetando las medidas de cuidado, la ciudad vuelve a cobrar vida y color. En este sentido comerciantes y hoteleros se mostraron entusiasmados con el movimiento de esta temporada que recién comienza.
El nivel de ocupación de la plaza hotelera es de entre un 40 y 60 por ciento y se espera que sigan llegando turistas durante todas las vacaciones.