Este jueves 29 de abril, Día del Animal, VíaCarlosPaz quiso homenajear a Capitán, el perro que falleció en febrero de 2018, pero que hasta en la actualidad, es recordado por toda la comunidad, por su conmovedora historia de fidelidad a su dueño.
Corría el año 2007, cuando de repente y sin explicación, el can se dirigió al Cementerio Municipal para acompañar a los restos de su amo, Miguel Guzmán, quien había fallecido un par de meses antes.
Según contaron los empleados del camposanto, lo vieron entrar por primera vez en enero de ese año. El entonces director del lugar, Héctor Baccega, relató a La Voz , que lo encontraron un día frente la tumba de quien había sido su amo, y desde entonces, permaneció allí cada noche de su vida.
Capitán dejó de existir a los 15 años de edad, debido a una insuficiencia renal crónica que era tratada desde hacía tiempo. Como no quedaba mucho por hacer, luego de estar un día internado, decidieron llevarlo al mausoleo de su dueño, hasta que finalmente murió.
La historia del perro de Carlos Paz no sólo recorrió los medios del país, sino también del mundo. Luego de que esta se hiciera pública, un equipo de la televisión francesa se acercó para reflejar el caso en un documental que se emitió en el programa de la Fundación 30 Millones de Amigos, un espacio dedicado a historias conmovedoras de animales .
Quedará en el misterio el cómo hizo el animal para encontrar los restos de su dueño, ya que la familia aseguró que jamás habían ido al cementerio con el perro. “Fue especial para todos”, expresó Elizabeth Caserta, proteccionista de FUPA. “La visión científica dice que siguió el rastro de su dueño, aunque no había ido al cementerio el día de la sepultura. Pero también estamos los que pensamos más desde lo espiritual, como que el alma de su dueño lo guio hasta acá”, agregó.
Como manera de homenaje, en el 2019 instalaron un monumento del Capitán en la entrada del cementerio. En el mismo lugar, se encuentran las cenizas del perro quien será recordado por el resto de las generaciones de la Villa.
Fuente: La Voz