La reciente muerte de una beba de un año y medio como consecuencia de una picadura de alacrán en Monte Maíz, causó conmoción y puso en alerta a las familias. Con el ascenso de la temperatura estos animales arácnidos salen a la luz y pueden causar importantes complicaciones a quienes ataca.
El alacrán tiene hábitos nocturnos y es frecuente encontrarlo en los patios de las viviendas, oculto entre maderas, escombros, ladrillos, entre otros. También puede ingresar al interior de la vivienda para cazar insectos tales como cucarachas, o refugiarse en grietas de las paredes, pisos, zócalos, detrás de revestimientos de madera, debajo de los muebles y entre la ropa y los zapatos.
Como recomendación, hay que evitar manipular leña o escombros sin guantes de cuero, como también caminar descalzos durante la noche. También se aconseja revisar las sábanas antes de acostarse, sobre todo en las habitaciones de los niños, y los zapatos antes de calzarlos.
Además, para prevenir las picaduras no hay que dejar ropa en el suelo o colgada de las paredes, ni acumular objetos en rincones del hogar. Se pueden colocar telas mosquiteras en los resumideros, puertas y ventanas.
Ante un ataque, concurrir rápidamente al Hospital Municipal Gumersindo Sayago, ya que el establecimiento cuenta con el anti veneno para picaduras de alacranes venenosos.