La orientación es algo básico. Esto condicionará enormemente los tipos de cultivo que vamos a poder plantar. Si la pared da al norte, habrá muchas cosas que no podamos plantar, porque no les va a llegar suficiente luz. Para los hortícolas habituales de un huerto, es necesario que la orientación permita una exposición prolongada durante el día.
La orientación no solo tiene que ver con el sol. Puede también beneficiar si se trata de una pared que promueve un cierto abrigo del viento dominante de la zona donde vivas.
Clima
No hace falta extenderse mucho en este tema, pero da igual que tengas un huerto vertical, horizontal o colgante. El clima es el primer factor limitante de las especies que puedes plantar allá donde tengas tu pared para colgar el huerto.
Sistema de riego
El sistema de riego puede ser otro “quebradero de cabeza” si uno se quiere complicar mucho la vida o no sabe como hacerlo. Lo más fácil es usar una regadera o similar si es una vivienda habitual (un porcentaje muy alto de veces). Pero si no quieres estar muy pendiente del riego te recomendamos un sistema de micro goteros de jardinería con un programador. Es relativamente sencillo de montar, pinchas un gotero en cada maceta, bolsa o jardinera y con un programador está solucionado. Claro que debes tener una toma de agua cerca para ello.
La elección del sustrato
En antiguos post dedicados a cubiertas vegetales y cultivo en azoteas, comentábamos la idoneidad de buscar un sustrato muy ligero ya que los forjados de los edificios, muchas veces no están pensados para soportar tanto peso en una azotea. La tierra pesa mucho, y si la regamos ni te cuento.
En los huertos verticales también podemos llegar a tener ese problema e incluso que sea más problemático si se nos va la mano con la altura del huerto vertical. “Colgar” macetas o jardineras con tierra supone un peso considerable y hemos de aligerar todo lo posible. Principalmente porque hacer un huerto vertical supone una unidad de carga mayor sobre una misma superficie de forjado.
Sustratos con una buena base de vermiculita, perlita, arcillas expandidas, humus de lombriz para enriquecer y algo de sustrato universal consiguen mezclas con capacidad de retención de agua, drenantes a su vez y lo más importante; más ligeras que la tierra al uso.
¿Y la hidroponía aplicada al huerto vertical?
Es el extremo de este tipo de cultivos, pero requiere una infraestructura muy controlada y dosis de nutrientes muy bien estudiadas y aplicadas. Requiere una automatización mayor y estar más pendiente del huerto. Las desviaciones de parámetros como el pH son muy inestables si no se controlan las dosis de nutrientes y el pH del sustrato o entorno radicular es algo muy a tener en cuenta en cualquier cultivo.
Tiene sus ventajas e inconvenientes. Desde luego es posible en un huerto vertical y se hace a nivel experimental y ya hasta comercial. Yo ya he visto lechuga hidropónica a la venta. Y la razón principal es que en los mismos metros obtienes más rendimiento trabajándolo hacia arriba. Es como el cultivo del lúpulo.
¿Qué podemos plantar en un huerto vertical?
Verduras de hoja que no pesen demasiado y tengan una profundidad radicular corta como lechugas, espinacas, rabanitos, rúcula, cebollino, berros, canónigos, achicoria, borraja, fresas, chiles, tomates cherry, pimientos, apio, chalotas, frambuesa, mora…
¿Qué cultivos nos van a ser difíciles plantar en un huerto vertical?
El primer factor que nos encontramos en contra de un huerto vertical es el peso así que todos aquellos cultivos que vayan a desarrollar frutos pesados y grandes podrán ser un problema. Si la tierra ya pesa de por sí, y mojada más, si añadimos el peso del fruto… Cultivos como cucurbitáceas (calabacines, calabazas, sandía, melón…) no son los más adecuados. Las brásicas como coles, repollos, coliflores, brócolis tampoco son el mejor ejemplo.
Cultivos de aprovechamiento de raíz también son un poco limitantes. Zanahoria, patata, rábano, cebolla, aunque la zanahoria sí es posible con recipientes con profundidad. Las plantas aromáticas son una alternativa
El cultivo de aromáticas es muchas veces más fácil que cualquiera de las hortalizas del huerto. No suelen sufrir de plagas y enfermedades, es más, muchas de ellas repelen ciertos insectos como la albahaca. Algunas son muy rústicas, otras requieren poquísimo riego y siempre podrás tener una variedad de aromáticas frescas para tu cocina. En las que no requieran demasiado riego puedes no pinchar gotero por ejemplo o regar con menos frecuencia.