Existe un primer “puente” a superar, que es la siembra de fina (trigo/cebada). Dependiendo de la zona, el perfil de humedad acumulada es el que define. En líneas generales, salvo el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, es posible que la misma se atrase, perdiendo potencial de rinde y además hará que en algunos casos se descarten lotes que ya estaban planificados, con la consecuencia lógica de la falta de ingresos para fin de año.
En cuanto a créditos tomados o a tomar, al transcurrir el tiempo la escasez de los mismos en pesos aumentó, al igual que subieron las tasas Lo que hace treinta días se analizaba si tomarlo o no porque parecía caro, hoy ya no está y nos parece baratísimo, fenómeno que seguramente se seguirá repitiendo.
Los insumos en teoría están en tendencia a la baja de valor, pero por el riesgo de no poder importar los mismos (cosa que sucedió el último mes), se mantiene su precio por el momento. Y entonces la disyuntiva pasa a ser: ¿compro ahora o espero la baja? Pero si la espero quizás no hay disponibilidad, lo que hace que las empresas están tomando en forma más acelerada posiciones en insumos. Todo esto ante una red de distribuidores afectados por el impacto de la sequía no sólo en cuanto al cobro de la campaña anterior, sino en cuanto al stock no vendido como consecuencia de la misma (stock que como dijimos tiene una alta probabilidad de baja de precio).
Otra disyuntiva se genera en la venta de granos disponibles, si tomar o no el dólar soja o dólar girasol o cebada y darle destino a esos pesos o esperar y aprovechar precios superiores y un tipo de cambio “incógnita”. O vender a futuro y calzar la operación del tipo de cambio en el dólar Rofex y descontar en algún circuito bursátil dicha venta y cobro anticipado. Mucho para trabajar y pensar, en un contexto donde las distintas alternativas cambian a diario.
NEGOCIO AGRÍCOLA
Sigue existiendo un divorcio de precios entre el mercado nacional e internacional, en algunos productos más que en otros, consecuencia de todas las intervenciones del gobierno. Al respecto parece interesante lo escuchado en la última jornada de Agrotendencias, con la visión de distintas partes de la cadena. La podemos sintetizar en dos puntos centrales: 1-eliminar todos los fideicomisos y 2- finalizar con medidas distorsivas como el dólar soja o el dólar agro. En cuanto a la tendencia internacional, de no escalar el conflicto Rusia-Ucrania, los fundamentals indican que los precios dejarán esta zona de “excepción” de altos precios, buscando un nuevo escalón más bajo que el actual. Por lo tanto la recomendación para la nueva campaña sería buscar coberturas flexibles, anticipadas, y por un alto volumen de la producción estimada. La mala noticia es que para realizarlo es necesario un cierto grado de liquidez, recurso escaso en esta campaña.
DIMENSIÓN DEL DESASTRE
La Bolsa de Comercio de Rosario informó una nueva baja de las estimaciones de la cosecha de soja para la presente campaña. Con el 54% cosechado de la soja, las estimaciones se encuentran en 21,5 Mt y bajando. Esto es, a hoy, un 56% menos de lo que se esperaba producir a principio de campaña y 10 Mt menos que la campaña 2008/2009, año considerado como desastroso para el campo.
Por su parte, el maíz lleva cosechado un 32% de la superficie de la campaña y la merma hasta el momento es de un 40% menos que la producción estimada a principio de campaña, rondando los 32 Mt. Si agregamos la merma ya conocida de trigo del 44%, en cebada del 34%, y se suman las mermas en la producción de carne, leche y economías regionales, tendremos el panorama de unas de las peores campañas agropecuarias de las que se tenga recuerdo alguno.
La Cámara Argentina de Aceiteros (CIARA) indica que se registrará el menor nivel de molienda de los últimos 18 años, La Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) estima mermas de ventas de entre un 50% y 80%, y existe preocupación por las dificultades de mantener los puestos de empleo ante semejante desplome.
Más allá del dato puntual de la merma, el quebranto, y su impacto en el corto plazo en las distintas cadenas del agro (agronomías, viajes, movimientos de puertos, molienda, alimentos para animales, economía de pueblos, etc.) es importante entender que un quebranto de esta naturaleza tendrá impacto en las empresas y en las producciones en más de una campaña. No sólo para recuperar liquidez perdida, sino también las pasturas, el stock liquidado, la mano de obra perdida, las capacitaciones del personal, la renovación de maquinarias, la incorporación de tecnología, las inversiones en activos fijos, etc.
Dimensionar correctamente el impacto de esta campaña, será muy importante para las políticas a desarrollar por el nuevo gobierno, para acelerar la recuperación del sector.