Situación de la agricultura
Está casi terminada la campaña agrícola 2019-2020 restando unos pocos lotes de maíz a cosechar. La siembra de trigo y cebada está terminada y con desarrollo dispar debido a la fuerte sequía en la región central del país.
La intención de siembra de soja, maíz y girasol sigue en valores similares, aunque aún resta definir parcialmente las proporciones de cada cultivo. El Excel para estimar rentabilidad sigue en valores positivos considerando los precios y costos actuales, aunque en valores inferiores a los esperados en esta época.
No está previsto, en líneas generales, un ajuste negativo en los paquetes tecnológicos a aplicar, ya que gran parte de los insumos están comprados o reservados. En el último mes se ha visto aumento de precio en dólares de alguno de estos insumos (5% a 10%) y suponemos que está relacionado a la restricción de entrega de dólares a los importadores por parte del Banco Central.
No hemos observado faltante de productos fitosanitarios, aunque se ha empezado a agitar el fantasma que a futuro puede haberlo. Hoy por hoy en el campo el mayor temor es que los pronósticos climáticos de un año tendiendo a Niña provoquen una caída de rendimientos potenciales. Con la situación del país y la presión fiscal existente, un mal año productivo obligaría a replantear muchos escenarios el año próximo.
La macroeconomía
La brecha cambiaria entre el dólar oficial y los otros tipos de dólar fluctúa en el orden del 80% (oficial a $75 y contado con liquidación a $130 aproximadamente). El BCRA sigue con una pérdida de reservas a pesar de estar en época de liquidación de divisas del agro.
La inflación del primer semestre cerca del 16%, con un acumulado en 12 meses del 40%. Los analistas prevén un segundo semestre con inflación creciente a medida que se siga flexibilizando las actividades y aumente la demanda de pesos; que hoy se encuentran en gran parte en los bancos y en las Leliq, que es la forma del Banco Central de "aspirar" pesos del mercado.
Siguen tarifas controladas y precios máximos, lo que genera inflación reprimida. Existe un anuncio del gobierno de que habrá 60 medidas económicas para enfrentar la situación post pandemia, las mismas darán una idea de qué sectores se piensa impulsar y con qué instrumentos.
El déficit fiscal primario que este año terminará negativo en cerca del 8% del PBI (en 2019 fue de -0,4%) es seguramente la “madre de todas las batallas” para evitar nuevos defaults a futuro, para poner coto a la inflación y para en algún momento tener esquemas cambiarios como los países normales y flujos razonables de dólares.
¿El ministro Guzmán pensará igual?