Carla Carrumán, de 23 años, eligió un singular deporte que combina el patinaje, el contacto, la fuerza, la velocidad y el vértigo. En el Roller Derby, surgido en los Estados Unidos, se utilizan patines tradicionales, participan dos equipos de cinco jugadores (un anotador y cuatro defensas) que giran alrededor de una pista ovalada.
Está permitido obstaculizar al anotador mediante contacto físico reglamentado, el cual debe ser asistido por su defensa y por momentos todo se hace a gran velocidad y se generan escenas de vértigo.
Actualmente, Carla está radicada en Buenos Aires. Comenzó a patinar a los 7 años en la Escuela Municipal de Caleta Olivia, habiéndose iniciado bajo las órdenes de la profesora Daniela González.
Ya se encuentra en Eugene, Estado de Oregón, donde se inició el torneo "The Big O" que se extenderá hasta el domingo. El equipo argentino tiene previsto enfrentar a dos representativos de los Estados Unidos y otro de Suiza, con la posibilidad de ascender en el ránking mundial que por ahora lo ubica en el 37° puesto.
Carrumán concurrió durante 12 años ininterrumpidos a la escuela caletense de patín, y durante ese lapso obtuvo numerosos podios en torneos locales, provinciales, regionales y nacionales.
Además, participó todos los fines de año en la Gala de Patín Artístico, exhibiéndose tanto en escenas individuales como en coreografías grupales.
Hace cinco años se fue a vivir a Buenos Aires para estudiar música, pero igualmente decidió continuar con su deporte preferido y en 2016 su madre la anotó en un casting de patinadoras extras promocionado por Pol-ka, la productora de Adrián Suar, y fue una de las seleccionadas entre centenares de inscriptas.
De esta manera, tuvo la posibilidad de participar en la grabación de tres capítulos para una co-producción de la tira infantil Disney Channel denominada "Soy Luna".
UNA VERSION FRENETICA
Más tarde se interesó por el Roller Derby luego de ver la película WhitIp, la cual la motivó a asumir un nuevo desafío y por ello, en junio de 2018 se incorporó al equipo Tsunami Bombs compitiendo en la categoría B de la liga Sailor City Roller En octubre de ese mismo año, el Tsunami obtuvo el segundo puesto en el torneo bonaerense "Piratas del Asfalto" y allí fue reconocida como la jugadora más valiosa.
Ese fue gran mérito, a tal punto que al iniciarse la temporada 2019 le informaron que ya formaba parte de la categoría A, la cual requiere de un máximo nivel de concentración y técnica.
"La primera división -comentó Carla- está formada por el equipo All Stars, que puede realizar viajes internacionales a torneos sancionados por la Asociación Femenina Mundial de Roller Derby de Pista Plana (WFTDA por sus siglas en idioma inglés).
Desde EE.UU transmitió un emotivo mensaje señalando que “la experiencia que vamos a vivir va a ser increíble, más allá de los resultados”, y compensará lo difícil que fue costear el viaje, pero por suerte tuvo el apoyo de su familia.
“Serán tres días dónde voy a ver en primera persona a los mejores equipos y jugadoras del mundo en el país dónde surgió este deporte. Además -añadió-, si los resultados son los esperados, en septiembre estaríamos nuevamente en EE.UU para la próxima etapa, los Playoffs”.
TODO ES ESFUERZO
Por otra parte, admitió que "el Roller Derby en Argentina sigue siendo un deporte amateur y autogestionado porque no recibimos ayuda ni aporte del gobierno, ni de empresas, y todo el esfuerzo lo hacemos patinadoras, árbitros y familias".
“Muchos equipos entrenamos debajo de autopistas al aire libre, pero aún así logramos ser reconocidos en el exterior por el alto nivel. La verdad, nunca hubiese imaginado que patinar me iba a dar tanta satisfacción y alegría, que iba a conocer y viajar a tantos lugares, ya que vengo de una familia muy trabajadora y siempre tuvimos que esforzarnos el doble, desde muy abajo”, describió.
Finalmente, dijo que no quería dejar pasar por alto “la oportunidad que me brindan para recordar a mi ‘profe’ Daniela González (fallecida hace pocos años), quien me trasmitió la pasión que llevo por esto, y voy a estar eternamente agradecida con ella. También quiero agradecerle a mi tía de corazón, Ana Laura González, porque fue un gran sostén durante mis años en la Escuela Municipal a la cual llevo siempre en mi corazón”.
Fuente: El Patagonico.
