Durante la Nochebuena y la madrugada de Navidad, las autoridades la Ciudad de Buenos Aires realizaron, como todos los años, el control policial vial con 10 puestos adicionales en distintos puntos estratégicos.
El alcoholímetro que se usa para medir los niveles de alcohol en sangre debe marcar un máximo de 0,50 para que el conductor pueda continuar conduciendo.
Con el objetivo de generar conciencia sobre la responsabilidad al volante, el gobierno porteño dio a conocer un video que muestra imágenes con las excusas más insólitas de los conductores en falta que fueron parados en el control policial de Avenida Juan B. Justo, a metros del shopping Distrito Arcos.
El primero de ellos es un hombre al que le retuvieron su licencia de conducir y su automóvil por dar positivo de alcoholemia con 1,03. “Simplemente tomé dos cervezas, dos latitas, y ahora me voy a trabajar porque tengo servicio”, se excusó el señor. “Hicimos una cenita con un poco de vitel toné y cerveza”, explicó.
“Tomé hace un rato largo. Habré bebido hasta las 2 de la mañana y me acosté a descansar. Dormí una siestita para viajar tranquilo a Mar del Plata. Me quiero matar”, aseguró otro, al que le dio 0,69 el test.
Otro conductor, al que le dio positivo con 0,74 y que debió repetir la prueba tras un primer intento fallido, se excusó: “Tengo guardia ahora a las 7 de la mañana, tomé cuatro cervezas, nada más”.
Por último, el último hombre que aparece en la grabación es un señor a quien el test le da 0,62. “Un poco de vino y champagne, lo correcto en un día como hoy”, puso como pretexto.
Según la Secretaría de Transporte, dos de cada 10 incidentes de tránsito tienen relación con el consumo de alcohol. Por eso, se desplegó un operativo especial para las Fiestas.
Entre la noche de ayer y la madrugada de hoy, se efectuaron 1795 controles de alcoholemia en los barrios porteños a conductores de vehículos, de los cuales 55 (el 3%) resultaron positivos.
Según Juan José Méndez, secretario de Transporte y Obras Públicas, “si bien se registraron niveles similares de positividad respecto a la Nochebuena pasada, amanecimos con múltiples incidentes viales que podrían haberse evitado y nuevas familias destruidas”.
“Nuestro compromiso es firme: vamos a intensificar la presencia de controles en calle, pero apelamos más que nunca a la conciencia social de los vecinos. Si vas a manejar, no tomes”, recordó el funcionario.
Para optimizar los puntos de control se utilizó la metodología embudo: se encauza el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida para verificar un mayor número de conductores y para que todos los que pasan por el lugar lo hagan a baja velocidad, vean de que se trata el control y se genere conciencia.
Con el fin de llevar adelante los controles durante la pandemia, la Secretaría de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio de Salud de la Ciudad elaboraron un protocolo especial para cuidar y prevenir contagios tanto en conductores como en agentes a cargo del operativo.
En 2019, se registró la cifra más baja de víctimas fatales en siniestros viales de los últimos 10 años, lo que representa un descenso del 30% respecto al año anterior. El Cuerpo de Agentes de Tránsito realiza controles de alcoholemia y estupefacientes los 365 días del año.
En este sentido, los controles de alcoholemia conforman una política estratégica para la Ciudad: desde 2016 a 2019 la cantidad de controles de alcoholemia creció un 152% (se pasó de 119.772 en 2016 a 302.186 en 2019).