Un joven de 26 años murió tras ser atropellado por un auto este domingo a la madrugada mientras caminaba por los Bosques de Palermo, Figueroa Alcorta y Dorrego. Luego de la tragedia, el conductor, quedó imputado por “homicidio culposo”, chocó contra otros tres rodados. Su vehículo acumula 40 multas por exceso de velocidad y mal estacionamiento.
Mateo Torres Mantykow de 26 años caminaba junto a dos amigos a las 3 de la mañana del domingo cuando repentinamente, y por motivos que se desconocen, decidió cruzar corriendo la esquina de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego. Según informó TN, en aquel momento lo impactó un Renault Sandero conducido por Nicolás Ezequiel García Dentone, un joven de 23 años. Los amigos de la víctima pidieron una ambulancia al SAME, que acudió a asistirlo, pero el joven ya había fallecido.
El conductor que lo embistió quedó a disposición del Juzgado Criminal y Correccional N° 10, que ordenó que lo sometan a pruebas de narcotest y alcohotest que dieron negativas.
El auto acumula 40 multas por mal estacionamiento y exceso de velocidad en la ciudad de Buenos Aires, al menos desde 2019, informó Télam. Como el titular tiene domicilio en Vicente López, también las suma en la Provincia de Buenos Aires, donde el año pasado también recibió cuatro multas por no respetar los límites de velocidad necesarios.
Quién era Mateo Torres Mantykow
Según indicó el mismo medio, el joven oriundo de Belgrano trabajaba en una parrilla de la Plaza Defensa, en San Telmo, en la que se dedicaba a repartir volantes por la calle para promocionar el local de comida. A su vez, tenía dos pasiones: el rock and roll y Argentinos Juniors.
“Chucky”, como solían decirle sus amigos, asistía frecuentemente a recitales de Rock y compartía imágenes en distintas redes sociales. Su gusto musical dentro de ese género era abierto: fue a ver desde Paul McCartney hasta La Mancha de Rolando.
Tan fanático de “Patricio Rey y sus redonditos de Ricota” como de “Intoxicados” y de “Ramones”, Torres Mantykow también frecuentaba los festivales de música en los que tocaban distintas bandas de rock. Además, había pasado vacaciones en Villa Gesell y Brasil.
Uno de los familiares de la víctima lo despidió con un emotivo mensaje: “Qué locura esta vida. El destino es impredecible. No puedo creer como es todo, en un segundo cambia todo. Qué pena irreparable, un abrazo al cielo. Que Dios lo tenga en sus brazos”, escribió.