En la madrugada de este martes, la división de Asuntos Migratorios de la PFA deportó de vuelta a Perú a “Marcos” Estrada, conocido como “el hombre de la cocaína” en la Ciudad de Buenos Aires.
El narco porteño estuvo preso durante muchos años, sin embargo, eso no impidió que siga traficando. Operó tras las rejas aún estando condenado a 24 años de cárcel.
Su esposa, su suegra y la mayoría de su banda también tienen condenas, pero la impunidad sigue.
Desde fines de los años 90 que esta banda utiliza la Villa 1-11-14 como base de operaciones y desde la cárcel daba ordenes a los testaferros que se encargaban del negocio.
Antes de quedar tras las rejas, “Marcos” Estrada vivió en una lujosa casa en un country de Ezeiza que tenía una pileta con sus iniciales en el fondo.
Cómo fue el traslado de Marcos Estrada
El operativo fue realizado este martes a la madrugada por la división Asuntos Migratorios de la PFA, que depende de la Superintendencia de Delitos Federales.
Ocho móviles con efectivos federales llegaron al penal de Marcos Paz, donde el narco se encontraba estaba preso.
Hubo una “maniobra distractiva” pensada para evitar posibles filtraciones y un contra ataque de la banda de Estrada que quisiera liberar a su lider. La Federal no lo llevó por tierra, sino que eligieron aterrizar un helicóptero para trasladarlo por aire al aeropuerto de Ezeiza.
Así, descendió del helicóptero flanqueado por efectivos fuertemente armados.