Las internaciones de urgencia de dos mujeres que se encuentran en grave estado tras haber sido intervenidas por cirugías estéticas pone en jaque al Centro Matienzo, situado en el barrio porteño de Palermo.
Una de las pacientes, de 25 años, presentó “fallas orgánicas múltiples”. La otra sufrió una descompensación hemodinámica.
Por todo lo cual, el Centro de Estética Matienzo fue allanado. Cabe recordar que el antecedente de este lugar indica que en 2017 había fallecido una mujer tras realizarse una liposucción.
El informe del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad indica que la mujer de 25 años llegó a la guardia del Hospital Fernández presentando “fallas orgánicas múltiples”, tras habérsele practicado un implante mamario. Por lo tanto, debió quedar internada en terapia intensiva.
La otra víctima, de 44 años, recibió asistencia médica tras sufrir una descompensación hemodinámica luego de someterse a una liposucción.
Todo esto derivó, tras el pedido del fiscal Matías De Sanctis, que la Justicia efectuara el allanamiento del complejo de estética y su posterior clausura. La causa quedó caratulada como “lesiones culposas”. Y la denuncia fue hecha por la Jefatura de la sección de Urgencias del Hospital Fernández.
Al mismo tiempo, el allanamiento lo llevó a cabo personal de División Delitos Contra la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, conjuntamente con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) perteneciente al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
El antecedente trágico del Centro de Estética Matienzo en Palermo
Este centro ya cuenta con un antecedente trágico en su haber: Fue en diciembre de 2017 que una mujer murió tan solo un mes después de haberse sometido a una liposucción en este lugar.
La mujer, Romina Candia Flores, tenía 32 años y tres hijos. Tras la intervención sufrió un shock hemorrágico y salió de la operación inconsciente. En esa oportunidad, el cirujano que la atendió, Armando Donati, le dijo a sus familiares que los síntomas que Romina presentaba eran “totalmente normales”.
Pero nada de eso fue normal. La intervención duró ocho horas y allí fue que el equipo médico decidió trasladarla al hospital Güemes. Tras 32 días de agonía, Romina acabó perdiendo su vida el 16 de diciembre de ese mismo año.