La noche del 24 de diciembre es una ocasión para celebrar con los seres queridos. Pero algunos, al momento del brindis, se exceden a sabiendas de que tienen que manejar. Lo cierto es que el consumo de alcohol altera la percepción y la capacidad de atención, por lo que es un riesgo, ya que es la principal causa de muerte en accidentes de tránsito durante las fiestas.
Por tal motivo, el Gobierno porteño realizó un operativo con varios puestos de controles de alcoholemia. En los casos en los que los conductores dan positivo, las reacciones van desde los que aceptan la sanción hasta los que intentan que los perdonen de cualquier modo.
Durante la madrugada del martes 25, varias reacciones quedaron registradas y no tienen desperdicio. Desde un hombre que estaba más preocupado por ir al baño que realizar el procedimiento correspondiente hasta una mujer que acusó a su marido por no dejarla manejar.
También, un hombre intentó demostrar que estaba apto para conducir y se bajó del auto para hacer el cuatro.