A pesar de que el episodio ocurrió a comienzo de semana, tomó relevancia en las últimas horas por lo escandaloso del mismo: el pasado lunes un hombre fotografió a una chica en una formación del tren Urquiza y, al ser escrachado por los pasajeros, simuló un infarto.
"No sé usar el celular", argumentó el acosador en un principio, a lo que le retrucaron: "No se notó cuando le sacaste las fotos". Luego el hombre quiso justificar su actitud diciendo: "Está en bolas". Esa frase provocó la ira de los testigos de turno y todos comenzaron a gritarle y a decirle que no importaba lo que tenía puesto.
Si bien un efectivo policial le pidió amablemente que se baje del vagón, el individuo continuó negándose y otros pasajeros intentaron bajarlo a la fuerza. En ese momento el hombre se agarró el corazón y fingió un infarto. Pero nadie le creyó y, acto seguido, se paró como si nada y accedió a bajarse.
Lamentable.