Los médicos del Hospital Posadas que recibieron a tres de los heridos por el múltiple homicida de Hurlingham, aseguraron hoy que el bebé de 9 meses que llevaba en el vientre una de las víctimas recibió un balazo que lo atravesó y nació muerto.
Según el parte médico del Hospital Posadas, uno de los tres balazos que recibió Mónica Beatríz Lloret (35) "perforó el útero e hirió mortalmente al feto, quien presentaba orificio de entrada y salida del proyectil".
Los médicos explicaron que Lloret ingresó con tres heridas de arma de fuego: una en el tórax, una en el abdomen y la última en una de sus piernas.
"Se le realizó cesárea de urgencia", señala el parte médico, en el cual luego se explica que "actualmente la paciente se encuentra en Terapia Intensiva, con inestabilidad hemodinámica. Su pronóstico es reservado".
Otra de las víctimas es una hija de 12 años de Lloret, quien también ingresó con tres heridas de bala en sus piernas aunque se encuentra fuera de peligro.
"La paciente se encuentra internada en sala general de pediatría y se le están realizando todos los estudios para determinar eventuales complicaciones de mediano plazo", dice el parte médico.
Respecto a la tercera paciente querecibió ese centro asistencial, se trata de Juana Paiva (55), quien recibió múltiples heridas de arma de fuego en el tórax y en el abdomen y finalmente falleció.
"Fue estabilizada en el shock room de guardia de adultos donde sufrió tres episodios de paros cardiorespiratorio de los que fue reanimada y derivada rápidamente a cirugía para intentar resolver
las lesiones internas. Esta paciente falleció luego de aproximadamente tres horas de su ingreso", señalaron los médicos.
Otra de las víctimas de la masacre de Hurlingham, llamada Cinthia López, recibió tres balazos pero fue trasladada a otro centro asistencial.