Un chofer de un micro en el que transportaba a 40 estudiantes de regreso a Bahía Blanca fue demorado en las últimas horas por conducir drogado y a toda velocidad.
Según las primeras versiones, el conductor había fumado marihuana y una alumna de la Escuela Media 14 bahiense llamó a su padre para que alertara a la Policía.
Los estudiantes, que regresaban de estar tres días de campamento en Sierra de la Ventana y percatados de que el chofer en cuestión manejaba a alta velocidad, sufrieron un verdadero calvario durante el viaje de vuelta.
La dirección de Control de Tránsito Urbano del municipio bahiense informó que Javier Argüello (35) es el empleado que realizó el servicio para la empresa Jetmar.
Alertados por la situación, efectivos policiales interceptaron a Argüello antes de ingresar a la ciudad. Allí le realizaron las mediciones de consumo de alcohol, que dieron cero, y la de estupefacientes, cuyo resultado fue positiva.
Minutos después del control de rigor, el micro fue escoltado por móviles de la policía, Control de Tránsito Urbano y la Agencia Nacional de Seguridad Vial hasta la terminal de micros de la ciudad, donde se vivieron momentos de tensión entre los padres y los dos choferes de ómnibus.
"En un momento tuvieron que parar porque una de las chicas se había desvanecido, estaba muy mal", explicó Ángel Vargas, padre de una de las estudiantes, en diálogo con el medio local La Nueva.
Indignado por lo vivido por su hija, el hombre agregó: "Una vez que vi que mi hija estaba bien, quería el cuello del colectivero. Varios profesores intentaron tranquilizarnos, pero pensé que me moría".
Por el momento, al irresponsable de Argüello solo le retiraron la licencia de conducir y quedó en libertad. No obstante, los padres de los damnificados harán la denuncia pertinente ante la Justicia.