Un oficial de la Policía de la Ciudad que realizaba tareas de prevención en el barrio porteño de Liniers se tiroteó esta madrugada con cinco delincuentes que luego de la balacera escaparon hacia el hospital Santojanni, donde uno de ellos fue encontrado muerto en el asiento trasero del vehículo.
En tanto, otros dos ladrones lograron ser detenidos en el centro de salud, mientras que uno de los cómplices quedó internado por las graves heridas que presentaba. El restante atacante permanece prófugo.
Todo comenzó cuando el agente se encontraba en la esquina de Patrón y Cañada de Gómez, momento en el que fue sorprendido por cinco hombres que circulaban en un auto Renault de color gris, del cual se bajaron tres de ellos y comenzaron a dispararle.
El uniformado se defendió del ataque y también realizó disparos, por lo que se generó un tiroteo que finalizó cuando los agresores huyeron en el vehículo en el que circulaban por la calle Cañada de Gómez a toda velocidad, en dirección hacia el barrio de Mataderos.
Fuentes policiales informaron que pocos minutos después, un efectivo de la Policía de la Ciudad que se encontraban de custodia en el hospital Santojanni informó por radio que el auto con los delincuentes había ingresado a la guardia del centro de salud porteño.
Cuando los uniformados requisaron el interior del auto, encontraron muerto a otro de los atacantes acostado en el asiento trasero.
Interviene en la causa el Juzgado Criminal y Correccional 48 a cargo de Roberto Oscar Ponce.