Por Javier Firpo (jfirpo@larazon.com.ar)
Parece que hay serenidad en la vida de Sofía Gala, que atraviesa un período laboral inmejorable. Protagoniza dos obras de teatro ("Confesiones de mujeres de 30" y "La empresa siempre perdona"), está grabando "Edha", una serie en Netflix, y mañana se estrena "Alanis", película que despejará dudas -si las había- para descubrir a una gran actriz, que transmite ni más ni menos que veracidad.
La película de la cada vez más madura Anahí Berneri pintaba como ideal para Sofía Gala, que en su primer protagónico en cine interpreta a la Alanis del título, una prostituta que debe atender a los clientes con su pequeño hijo gateando cerca. Un rol que moviliza a Sofía, que la rebela y que hasta por momentos la saca de quicio. "Es mi primer protagónico absoluto, y nada menos que con mi hijo Dante, a quien hasta le doy la teta en la historia. Más allá de que la vean cincuenta personas y de que empezó como un cortometraje, para mí es un trabajo inolvidable, que describe con crudeza y realidad la vida oscura de una puta que hace lo que puede para seguir laburando de lo único que sabe", detalla.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con tu hijo Dante?
Anahí (Berneri) tiene mucha experiencia en sus películas trabajando con niños, así que ella fue la que organizó las jornadas partiendo de la base de lo decidía Dante, que era el rey, quien determinaba los pasos a seguir. Fue una vivencia maravillosa, más allá de que me siento orgullosa de Dante, que no veo la hora de que crezca un poco (tiene 3 años) para poder mostrarle su debut.
"Alanis" se caracteriza por su crudeza, realidad y amargura...
Es un retrato puro y real. Por un lado, el vínculo de una mujer con su hijo, más allá de las vicisitudes de esa madre; por otro, el drama de vivir de la prostitución, oficio que Alanis elige. Porque Alanis elige hacer lo que hace -enfatiza-.
Frunce el ceño la hija de Moria. Está tan metida en su personaje que no puede evitar opinar desde Alanis, aunque resulte una Sofía Gala auténtica. “Me parece importante que la película saque a la luz cómo es la vida de una prostituta, que no tiene ningún tipo de derecho ni resguardo. Yo me pregunto por qué no pueden jubilarse como prostitutas, ni tener una obra social. ¿Por qué? Que alguien me lo explique… No se dan cuenta que eso beneficia a la trata de mujeres y a los cafishios, que aprovechan la situación para abusarse y manipularlas.
Está claro que entendés muy bien la problemática de tu personaje...
No sólo la entiendo sino que la banco a muerte a Alanis, una mina que tiene el orgullo y la dignidad de vivir así en un país tan machista como éste, que forma parte de un mundo hipócrita, que permite y legaliza todo tipo de servidumbre, pero con las putas no... (sobreactúa).
Te pone mal, te altera la situación...
Me rebelan las injusticias. Para baldear los pisos, para fregar y lavar los baños, para ese tipo de servidumbre está todo bien, pero para darte sexo no, es un pecado. Dejame de hinchar…
https://www.youtube.com/watch?v=3g2FCwHsx-M
¿Reivindicás la prostitución?
Ser puta es un camino para salir, para ser libre, por algo es el oficio vigente más antiguo. No estoy diciendo que todas sean putas, sino que “Alanis” reivindica la convicción de la mujer que decide serlo.
¿Es una película que debería pasarse en las escuelas?
Claro, porque permite entender la prostitución e invita a aceptarla. Alanis siente que cuando se prostituye no es maltratada, ni agredida; todo lo contrario, ella maneja y cuida su cuerpo, que es lo más privado y sagrado que tenemos las personas.
¿Cómo te resultó amamantar mientras eras filmada?
Sensacional. Sólo una madre puede sentir esa pureza de tener a un nene babeando mientras toma la teta y con la otra mano te toca la otra teta… Un placer inexplicable.
En el film se te aprecia suelta con tu cuerpo... ¿Sos así realmente?
Soy mina, me gusta encontrarme con algo que me deje conforme. Nunca fui al gimnasio, no me imagino, pero debería empezar. Siempre fui flaca, pero ahora me veo más fláccida... Igual no me interesa la mirada del otro, y en la película quería mostrarme lo más real posible.
¿Podías haberte lucido, acaso?
Podía haber ido al gimnasio para tonificar un poco las piernas, la cintura, pero la verdad es que no me interesaba en lo más mínimo... Me cae mal mostrarme linda para mi trabajo. Me molesta la belleza en mis personajes, salvo que tenga que representar a una mina que por el argumento tenga que ser una diosa y, en ese caso, vería si me da el cuero. Pero no quería ser una chica 90-60-90 para personificar a una puta del Once. Yo quiero realismo y si la cámara me tiene que hacer mierda, que lo haga.
Dirección: Anahí Berneri. Con Sofía Gala y Dante Della Paolera.
Alanis trabaja como puta. Con su bebé y con Gisela, una compañera. Atienden en un departamento que será clausurado por no cumplir las normas de convivencia, por lo que Alanis intentará recuperar su dignidad, sin descuidar a su pequeño hijo. Estamos ante una pequeña gran historia, tan veraz como convincente, que consolida la solidez de la directora Anahí Berneri (“Por tu culpa”, “Aire libre”) y termina de consagrar a una sorprendente Sofía Gala.