Por Santiago Puddington
Mañana el reggae tendrá su noche de gala en Buenos Aires, aunque está claro que no se verá ningún traje ni vestidos largos. Lo que sí habrá en el Parque Sarmiento son leyendas.
Será el primer festival internacional de reggae, que contará con la visita de dos de los principales exponentes del género en todo el mundo. Uno es Julian Marley, el hijo del prócer Bob, que ya visitó el país el año pasado junto a The Wailers y ahora regresará en solitario. El otro es Michael Rose, un histórico del género que surgió de los barrios humildes de Jamaica (“vi a muchos de mis hermanos morir”, ha contado) y con su discurso crítico y duras letras contra el racismo y la injusticia, recorrió el mundo junto a su grupo Black Uhuru con el que ganó un premio Grammy (por el disco “Anthem”) y difundió la cultura rastafari.
El término “bendiciones” es un latigillo que este simpático cantante de 60 años (aunque parece de diez menos) repite constantemente en su charla con La Razón. Con esta palabra define al show que traerá y anticipa: “preparense porque va a ser una gran noche de reggae”.
Rose también se mostró sorprendido por la importancia del género en estas tierras. Cuenta que conoce a Fidel Nadal y al grupo Zona Ganjah y destaca: "Puedo decirte que el reggae argentino es valioso porque es en otro lenguaje. Así que le aporta mucha cultura al género, es importante que se lo cante no sólo en inglés".
¿Qué mirada tenés del reggae de hoy?
La música reggae es mucho más grande en la actualidad. Un montón de gente se sumó a un género que no para de crecer en todo el mundo. En todas partes se escucha y en países con culturas muy distintas. Ya no es algo de Jamaica, ahora países como Argentina, Chile y Brasil tienen muchas bandas importantes, también en Europa, lugares muy distantes como Viena o en París, ahí tocan reggae desde hace muchísimo tiempo.
Rose también ya pasó por estas tierras en una fecha en la que también estuvo Ziggy Marley (otro de los hijos de Bob) y ahora estará acompañado por su grupo The real sound of Black Uhuru y con la base rítmica original de la banda Sly Dunbar y Robbie Shakespeare.
Feliz por su regreso a Buenos Aires, remarca la calidez del público argentino: “Son impresionantes, para esta visita queremos traer más amor a la gente, además de la música. Y queremos que la pasen bien porque nosotros llegamos hasta aquí por esa gente increíble”.
Ju-ju es como lo conocen al músi nacido en Londres de la relación del gran Bob con Lucy Pounder. El peso de su apellido es grande, pero él no reniega y en su anterior paso por el país, explicó: “La música de mi padre fue la primera que escuché en la vida. La primera que me interesó. Quería ser eso que él había vivido, ser músico, seguir sus pasos”.
A estos dos grandes nombres se suma Gondwana, la banda chilena que es una de las más importantes de todo el continente con más de 300 millones de discos vendidos,1.200 shows desde 1987 y 9 discos de Platino. El evento también contará con la presencia una destacada selección de bandas ascendentes del under local en lo que la primera edición de un festival que marca el crecimiento del reggae, que ha podido superar las modas pasajeras y que ya tiene un espacio ganado desde lo que fue aquel inicio en la década del 80 de la mano de Luca y Sumo.