Por Dario Doallo
En épocas en que la industria musical manda a los artistas latinos a juntarse con algún famoso reggaetonero para fabricar un hit pegadizo ("Despacito", "Vente pa' ca") y así aumentar la popularidad, la mexicana Lila Downs -siempre combativa y actuando contra la corriente- decidió apelar a temas clásicos de artistas como Agustín Lara, José Alfredo Jiménez y Alvaro Carrillo, sumado a nuevos temas propios, para lanzar su nuevo disco "Salón, lágrimas y deseos", que hoy y mañana, desde las 21, presentará en el Gran Rex.
“Decidimos hacer un disco en homenaje a los años 40 y 50. Y pensando también en la onda del cine de esos años. El otro día me preguntaron ‘¿Te hubiera gustado vivir en esa época?’ Y no, para nada. Tomamos esos temas pero le dimos un giro más femenino y un punto de vista más esperanzador porque nos encontramos viviendo cosas un poco negativas en nuestros países”, cuenta Lila sobre boleros clásicos como “La mentira”, de Álvaro Carillo y “Piensa en mí”, de Agustín Lara.
¿Por qué probar con boleros y no con el reggaetón?
A mí me encanta el reggaetón pero no quiso salir eso, je. Creo que el subconsciente mío anda en otro lugar. Igual también escucho reggaetón. Me gusta Nicky Jam.
Entonces, ¿es posible escuchar un tema a dúo de Lila Downs y Nicky Jam?
Sí, me lo imagino y creo que mis fans jamás me volverán a hablar, pero bueno... Pasa que ahora el reggaetón es como la cumbia de los ‘80. Para mí toda la música es válida. Y hasta de lo que la gente llama “música mala” se aprende y se aprecia.
“Quiero sobrevivir, no quiero que me maten también a mí”, había confesado Lila, luego de sentir la necesidad de suavizar su activismo tras el temor que la invadió después de cantarle a los 43 estudiantes de Ayotzinapa (2014) en “La patria madrina”. En la canción, grabada a dúo con Juanes, Downs grita “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
¿Había necesidad de bajar un poco la Lila combativa que se veía en tu anterior disco, "Balas y chocolate"?
Pues mira... yo creo que soy distinta, no creo que soy menos combativa. Porque por ejemplo está la canción “Peligrosa” (cantada junto a Mon Laferte), que incomoda mucho a los compañeros hombres sólo con el título, eso es muy interesante. Y también está un tema que se llama “Envidia” (con Andrés Calamaro), que está dirigido a nuestros vecinos del norte. Este racismo, esta xenofobia que hay para con los latinoamericanos en Estados Unidos es una cosa que se basa más en una envidia, en un temor que ellos desconocen. Porque nosotros tenemos mucha cultura, mucha riqueza cultural a diferencia de ellos, que están muy pobres en ese sentido. Siento que ellos comprenden este mensaje. Lo entienden en un nivel básico, medio salvaje, como es esa gente racista, y creo que por eso nos tienen más temor aún.
La visita de Lila Downs llega un mes después del debut en el país de la cantante Mon Laferte, chilena pero establecida en México, y antecede a las presentaciones de sus compatriotas Natalia Lafourcade (22 y 23/8 en La Trastienda) y Carla Morrison (también en La Trastienda, el 30/9). Todas ellas cantautoras que desde México logran conmover con su letras y voces a todo el continente. ¿Hay algo en común entre ustedes? “Eso es una linda expresión de que urge la necesidad de escuchar la voz de la mujer desde diferentes planos, generaciones y perspectivas. Cada una de nosotras venimos de realidades diferentes, algunas un poco más urbanas, otras rurales, racialmente mixtas y eso es muy interesante. Yo quizás lo hablo más explícitamente, lo canto un poco más, pero cada una, en su estilo, expresa su realidad con respecto al amor y a la discriminación que se vive como mujer... Es interesante ver cómo va creciendo y se va aceptando en la sociedad en general”.
El tema "Peligrosa" es un claro ejemplo de eso...
Claro, esa canción refleja el sentimiento de una mujer en una relación abusiva. Lo que yo pensaba con la frase “Que parece amor, no sé si es amor”, es que muchas veces se está en esas relaciones que sigues ahí... A lo mejor te provocan maltrato de algún tipo, pero piensas que eso es el amor porque a veces no conoces otro tipo de amor.
Por último, ¿qué se puede adelantar de los recitales en el Gran Rex?
Pues más que nada habrá canciones de este nuevo disco. Son emocionantes para nosotros... Tendrán un clima un poco más dramático de lo habitual. Pretendo remarcar esa parte visual que a mí me gusta mucho explorar. Los videos que se proyectarán hablan de diferentes temas que me interesan: la migración, la polución, el exceso de materialismo que tenemos... Contrastar esos temas con canciones románticas es otra manera interesante de lidiar con la realidad. Y uno también se cansa de ser tan explícito, ¿no? Pasa que van pasando los años y te cansás de decir las mismas cosas de la misma manera. Ahora pruebo con otro nivel, con algo más universal.
Boleros, rancheras y cumbia... en el Gran Rex
Lila Downs viene realizando una gira presentación de “Salón, lágrimas y deseo”, que finalizará esta noche y mañana, a las 21, en el teatro Gran Rex (Av. Corrientes 857). Seguramente sonarán los siete temas clásicos ( y los seis temas inéditos propios del último álbum. Pero tampoco faltarán clásicos de su repertorio como “La Llorona”, “Pecadora”, “Mezcalito” y “Zapata se queda”. ¿Habrá algún invitado local? “Sí, ojalá que pueda venir alguien. Pero será una sorpresa, no lo puedo decir”. Aún quedan entradas, desde $550, en el teatro o a través de sistema Ticketek.
