El crimen ocurrió el 24 de julio pasado cuando María Isabel Jaime estaba en su casa, jugando a la computadora. Dos de sus amigas llegaron y ella les abrió la puerta, sin pensar que serían sus asesinas.
Las dos mujeres la asfixiaron con una almohada y se llevaron todas sus pertenencias: un microondas, que había comprado hacía poco; un celular que todavía estaba pagando; ropa; su cartera y la billetera. Se llevaron hasta las llaves de su casa y las botellas de vino que tenía almacenadas para vender en su negocio.
Tres semanas después, una dirección de IP llevó a los investigadores hasta dos mujeres, amigas de la víctima. Vendían por Internet todo lo que le habían robado.
"La mataron porque las conocía", manifestó en ese momento Daniel, el yerno de la mujer, a los medios. Una de las acusadas tiene 48 años y la otra 37. Son pareja entre sí y mantenían una relación de amistad con la víctima. Por eso no se encontró la cerradura forzada la noche del crimen.