El director del colegio Manuel Dorrego de Morón le llamó la atención a dos alumnas de 14 y 15 años que caminaban de la mano durante el recreo.
Según relataron, una preceptora vio a las dos chicas y le avisó. Entonces, contó el centro de estudiantes, el director Gustavo Martínez se les acercó y les dijo: "Tengo amigos homosexuales y no dejo que se besen adelante de mi hijo".
Sin saber qué era lo que habían hecho de malo, las adolescentes se separaron, pero el resto de los estudiantes que fueron testigos de la situación decidieron hacer público su reclamo.
Hicieron charlas, reuniones, que luego terminaron con una sentada masiva en apoyo a sus compañeras. También empapelaron la escuela con carteles con las consignas: "Todo amor es legal"; "No necesito ser homosexual para saber que la homofobia es un error"; "Señor director, debería estar amando a alguien" y no descartan organizar un "besazo" para el próximo viernes.
Las autoridades del establecimiento decidieron no hablar después del episodio, al menos hasta el momento y, según se supo, el director habría pedido licencia por todo el resto de la semana. Desde el ministerio de Educación de la Provincia, Andrea Duré, la directora del área de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social, aseguró que las expresiones de cariño no están prohibidas en los colegios.