Martín Selvaggi, el azuleño que se trasplantó de riñón en Capital Federal y se contagió de coronavirus en una clínica privada, fue dado de alta. El joven, que fue intervenido cuatro veces, está en un hotel porteño junto a su mamá y ya sueña con la vuelta a Azul.
"El viernes me dieron el alta, igualmente tengo que volver a la clínica porque necesito una operación más pero antes tengo que recuperar peso y masa muscular porque estoy muy flaco. Tengo un poquito de fiebre pero es por la misma congestión que me quedó después del coronavirus, pero estoy dentro de todo bien. Me quedó un catéter adentro del riñón que va hacia la vejiga, que es esa la operación que tienen que hacerme para sacarlo y es un poco doloroso. La operación es simple, pero hay que sacarlo", contó el joven azuleño en diálogo con Vía Azul.
Selvaggi relata que está aislado en un hotel de la ciudad de Buenos Aires con su mamá y que tiene para "tres o cuatro meses" en Capital Federal hasta terminar todos los controles y ver que está todo bien para volver a Azul."Estamos aislados como en el hospital, pero con la diferencia de que acá no entran cada dos horas a hacerte controles y con todo el protocolo, así que estamos más tranquilos y por fin me pude tomar mi mate que me dieron permiso, y eso me levantó un poco el ánimo. Disfrutar un mate después de 42 días internado fue increíble", asegura Martín.
Tras haber vencido al COVID-19, y enterado de todo lo que sucede en Azul, el joven manda un mensaje muy claro: "Que la gente tome conciencia por el tema del covid. En Azul abrieron fase 5 y se olvidaron que el virus existe, eso me pone mal porque si uno no se cuida contagia al que tiene al lado que se está cuidando hace cuatro meses y perjudica al laboraste que es el que está sufriendo. Y la gente no entiende esto y se lo toma a chiste".
"Tengo ganas de volver a mi casa porque allá voy a estar tranquilo, pero estoy bastante contento de que salió todo bien. El riñón funciona perfectamente y solo faltan estas operaciones que son como para terminar, y bueno una quinta operación nada más. Quiero agradecerles a todos los que se preocupan, a los azuleños que me acompañan en todo el esfuerzo que estoy poniendo. Quiero decirle a cualquiera que esté pasando una internación que nunca baje los brazos y que la reme, que la recompensa es una vida nueva. Todo es posible si hay voluntad, el dolor es temporal", concluye Selvaggi.