El martes pasado, el Club de la Lavanda fue declarado de interés comunitario de forma unánime por los concejales de Azul. Se trata de una iniciativa de varias vecinas azuleñas que buscan que el partido se convierta en la puerta de la Ruta de la lavanda en la provincia de Buenos Aires.
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"Se está trabajando en un "tour serrano" con los frentistas de la Ruta 3 que va desde la Plaza San Martín por Av. Piazza hasta Pablo Acosta y ya varias empresas están plantando lavandas. La idea es sumarlas en los espacios públicos y establecimientos turísticos para que entre todos generemos una identidad especial a la ciudad. Estamos plantando con donaciones lavandas en las entradas de la ciudad y seguiremos plantando de a poco", asegura Ximena Bengolea, la creadora de la propuesta.
La visión de este grupo de ciudadanos es convertir a la ciudad en la puerta de la “Ruta de la Lavanda” en la provincia de Buenos Aires, una ciudad identificada por la cantidad de plantaciones tanto urbanas como rurales y en donde hay múltiples emprendimientos relacionados dándole valor agregado y turístico a su producción.
En el partido hay 3 plantaciones de lavandas: 2 rurales y una ornamental en la Plaza San Martín. En Azul hay más de 15 productores que en diferentes escalas plantan lavandas para producción y en las próximas semanas habrá más. Por otro lado, Bengolea estudió el origen de la etimología de la palabra lavanda a la producción de estas flores en Castilla la Mancha y Guanajuato, generando un triángulo cervantino y de lavandas.
UNA OPORTUNIDAD
El turismo post pandemia será de cercanía, en lugares abiertos y buscando opciones naturales con lo que la lavanda encaja perfectamente. No sólo se trata de producción y vender sus flores frescas o secas, sino que el foco es generarle valor agregado, esto es posible al realizar una destilación de las mismas generando productos de cosmética, perfumística y aroma terapia, entre otros.
"La comunidad azuleña se beneficia contando con un nuevo eje temático que se suma al cervantino que se aplica tanto al turismo como a la producción de subproductos derivados en diferentes ámbitos. Para mencionar algunos: comestibles (ejemplos miel de lavanda, blends de té con lavanda, quesos con lavandas, paté de lavandas, chocolate con lavanda); de decoración (textiles para la casa, ropa, elementos textiles que puedan servir como souvenirs de la ciudad), de aromaterapia (aceites esenciales, hidrolatos, cremas, jabones, difusores, esencias, sahumerios, velas), de salud y bienestar (tratamientos con lavanda, spas temáticos, recolección de flores en época de cosecha) ,productivo en cuanto a la producción intensiva de lavandas en zonas urbanas, semiurbanas y rurales y producción de plantas en viveros para abastecer a la ciudad, entre otros. Puede generar nuevos oficios relacionados con esta producción y también este eje es interesante para abordarlo desde la cultura, la educación y el arte. Perfumemos al mundo desde Azul", agrega Bengolea.