Vélez Sarsfield alcanzó esta noche, bajo una intensa lluvia, una importante victoria 2-0 sobre Deportivo Cali de Colombia, en el partido de ida de una de las llaves de octavos de final de la Copa Sudamericana de fútbol.
El juvenil mediapunta Thiago Almada, con dos anotaciones a los 28 y 39 minutos del segundo período, torció el rumbo de un encuentro que parecía empate y que contó con una controvertida labor del árbitro chileno Cristián Garay, quien mostró innumerables dudas en la aplicación de la tecnología a través del VAR.
La lluvia amagó con convertirse en la verdadera figura de la primera mitad. Primero, porque arreció en Liniers durante los primeros diez minutos. Sin embargo, el vértigo empezó a ganar espacio y el partido se hizo de ida y vuelta, pero sin llegadas claras.
En ese contexto de toma y daca, Deportivo Cali lució mejor, con laterales que se animaron a pasar reiteradamente y con mediocampistas que presionaron arriba, en procura de la equivocación rival. El conjunto visitante, pese a lo apuntado, no tuvo maniobras claras para desnivelar y sus intentos se redujeron a remates desde fuera del área de Angelo Rodríguez, el argentino Agustín Palavecino (ex Platense) o Deiber Caicedo, que salieron desviados.
Paradójicamente, con menor tiempo de posesión del balón, Vélez fue más práctico y lo utilizó mejor, sobre todo cuando pasó por los pies de Federico Mancuello, quien le otorgó claridad a cada una de sus intervenciones. La más clara del equipo del DT Mauricio Pellegrino ocurrió a los 22m., cuando Tomás Guidara envió un centro desde derecha y propició un cabezazo a quemarropa de Lucas Janson, que fue detenido por el arquero visitante, David González.
El primer tiempo se marchaba sin contratiempos, cuando sobre los 44m., la actuación del juez chileno Cristián Garay ganó preponderancia. El mediocampista Valencia envió centro desde la derecha y su colega Jhon Vásquez se elevó en el área ante la marca de Tomás Guidara y ejecutó un cabezazo limpio, que se traducía en la apertura del tanteador.
El árbitro anuló la maniobra por una aparente infracción que no se observó y que el VAR (Video Assistant Referee) no revisó, aun cuando la tecnología estuvo a disposición. La segunda parte también tuvo otra acción con nítido protagonismo del dispositivo tecnológico de moda.
A los 20m., un tiro libre al corazón del área terminó con un remate de Janson que se le coló arriba al arquero González. Sin embargo, después de cinco minutos de análisis, observaciones y cabildeos, el chileno Garay invalidó la conquista por una posición adelantada muy fina del peruano Luis Abram.
A esa altura, Vélez ya había emparejado el desarrollo, con un Almada que se animaba más y mostraba el desenfado que le es habitual. Entonces, el pibe de Fuerte Apache sentenció el partido por duplicado. Primero, a los 28 minutos, el mediapunta llegó para empujar un rebote largo que dio el arquero González ante un centro desde la derecha que mandó el ingresado Tarragona.
Y luego, a los 39m., el goleador sentenció la historia con anticipo en el área chica, tras una buena proyección de Ortega por izquierda. Todavía hubo una acción más discutida por los protagonistas que se dio en tiempo de descuento (46m.), cuando Miguel Brizuela tomó del brazo en el área a Angelo Rodríguez. Luego de ocho minutos de revisiones, el juez Garay sancionó el penal pertinente. La ejecución del ingresado Lizarazo permitió una excelente intervención del arquero Hoyos, que rechazó el tiro al corner.
Así, en un encuentro controvertido y que le fue esquivo durante un tramo largo, Vélez se abrazó a la victoria y tomó una ventaja importante, con miras a la revancha de la semana entrante
El partido de vuelta se jugará el 1 de diciembre en Cali, y el ganador de esta serie se medirá en los cuartos de final con el vencedor de la llave entre River Plate de Uruguay y la Universidad Católica de Chile.