Siswanto, un mecánico de Indonesia, arrasó con sus videos virales e inspiró a sus vecinos a convertirse en influencers. Luego de cuatro años creando contenido, el hombre de 38 años superó los 2 millones de suscriptores en su canal y convirtió a su comunidad en un “pueblo de youtubers”.
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Su camino en la plataforma comenzó en el 2017, cuando intentaba sobrevivir trabajando en un taller de Kasegeran, una ciudad muy chica en la isla de Java. Desesperado por conseguir un ingreso adicional para darle de comer a su familia, intentó distintos empleos como comerciante o agricultor de soja, pero ninguno era suficiente.
Inspirado por otro joven indonesio que se hizo rico por hacer videos en línea, Siswanto comenzó a filmar su propio contenido humorístico, a pesar de tener una conexión a internet muy básica. Según contó en entrevistas, eran grabaciones muy cortas y “nadie las veía”, por lo que rápidamente se rindió y abandonó.
Pero un día, buscando tutoriales para reparar la moto de un cliente, tuvo que enfrentarse ante una problemática que desconocía. “No pude entenderlos, a pesar de que soy mecánico. Eran demasiado complicados”, dijo Siswanto sobre el material que había encontrado.
Frustrado ante la falta de instrucciones más accesibles y didácticas, el hombre tuvo la idea de filmar sus propios videos explicativos, en los que enseñara el paso a paso para distintos arreglos de una manera mucha más sencilla que la que ya existía en Internet.
Antes de comenzar su nuevo proyecto, tuvo que hacer un primer sacrificio y vendió el celular que compartía con su esposa embarazada, para así poder comprar el equipo necesario para grabar. Además, el youtuber también recordó que al principio “temblaba y hablaba desordenadamente”, otra dificultad que tuvo que afrontar para abrirse paso.
A pesar de los inconvenientes y los obstáculos que tuvo en su camino, Siswanto logró encontrarle la vuelta a sus videos, y así continuó hasta llegar a donde está ahora. Actualmente, tiene más de 2 millones de suscriptores en Youtube y dispone de una mejor tecnología para crear y editar su contenido.
Según informó el indonesio, hoy en día su negocio continúa en auge y gana hasta 9 mil dólares por mes, una suma llamativa que acaparó la atención de todos sus vecinos.
Al poco tiempo que comenzó su éxito, los habitantes de su ciudad corrieron el rumor de que el influencer “había recurrido a la magia negra” para conseguir todo lo que tenía. Lejos de enojarse, el hombre decidió acercarse a la gente de su pueblo y les explicó su método.
“Así que organizamos una reunión local y expliqué cómo ganaba dinero en YouTube. La mayoría de la gente nunca había oído hablar (de Youtube)”, contó Siswanto, que además les ofreció clases gratuitas para aprender filmar su propio contenido.
Treinta residentes de Kasegeran, la ciudad a la que revolucionó con sus ideas, crearon sus propios espacios en la plataforma y comenzaron a subir sus videos, y rápidamente acumularon cientos de miles de visitas. De esta forma, la comunidad que al principio dudó y sospechó del influencer, se terminó convirtiendo en un “pueblo de youtubers”.